La gestión eficaz del conocimiento para hacer frente al coronavirus

Coronavirus de Wuhan. / Pexels.
Coronavirus.

Nuestras actuaciones y actitudes pueden tener un impacto muy positivo frente a cualquier crisis si actuamos desde la base de la sensatez y del saber hacer o negativo si nos dejamos llevar por el miedo, la falta de previsión y la improvisación.

La gestión eficaz del conocimiento para hacer frente al coronavirus

De forma muy básica, gestionar eficazmente el conocimiento es tomar decisiones aplicando el mayor razonamiento y las técnicas y métodos basados en la difusión, intercambio y retención del conocimiento que facilitan su aprovechamiento y aplicación. Aprender de los errores es uno de los principios básicos. Durante la pasada crisis económica se negó su existencia hasta el ultimo momento y esta vez hemos vuelto a cometer el mismo error, al reaccionar tarde y de forma poco planificada frente a una epidemia que ya lleva más de 120.000 casos confirmados en todo el mundo. 

Permitir las marchas y manifestaciones el 8 de marzo de miles y miles de personas cuando España contabilizaba más de 500 casos de contagio no fue una decisión acertada. Hoy España cuenta con más 2.100 casos y, probablemente, el número real sea mayor porque las pruebas para detectarlo están sufriendo demoras y en España se han hecho muchas menos que otros países como Reino Unido, que ha invertido mucho más dinero para realizarlas.

Es necesario que todos apliquemos las medidas de contención necesarias y hagamos caso de las recomendaciones y conocimientos que transmiten las autoridades médicas y organizaciones de la Salud para poder frenar la propagación del coronavirus. Son los médicos e investigadores con mayor experiencia, como Oriol Mitjà, las verdaderas fuentes de conocimiento, y debemos de actuar siguiendo las recomendaciones que ofrecen. Este investigador es una de las voces más expertas en la propagación de enfermedades infecciosas y fue premio Sociedad del Conocimiento en el año 2015. Desde el inicio de la crisis y hasta el momento actual, no ha tenido reparo en desaconsejar la celebración del Mobile World Congress o recomendar la cancelación de eventos masivos como las manifestaciones o las fallas.

Una de las medidas que propone para evitar la propagación del virus es intensificar la identificación de los casos de contagio, para lo que es necesario incrementar las pruebas a las personas que tengan síntomas de gripe o fiebre. Al detectar los casos con rapidez frenamos el contagio. La prevención en los casos de enfermedades contagiosas ha mostrado siempre los mejores resultados y por ello son muy bienvenidos todos los esfuerzos e inversiones que se hagan en este sentido.

Nuestras actuaciones tienen también un impacto muy fuerte en la transmisión del virus, por ello, actuar gestionando el conocimiento para saber lo que debemos hacer y emplear la mayor racionalidad es fundamental.

Si cuando se anuncian que se van a cerrar guarderías, escuelas y universidades acudimos en masa a los supermercados, como ha pasado este martes en Madrid, para comprar, estamos cometiendo uno de los grandes errores que provoca el miedo y que va en contra de las medidas establecidas. Nos agrupamos formando colas de muchas personas durante mucho tiempo sin darnos cuenta de que el virus se incuba durante catorce días y que otros compradores que acuden pueden ser portadores y no presentar síntomas. Al juntarnos, provocamos un efecto contrario al deseado, aumentamos las probabilidades de contagiarnos y transmitirlo.

Cambiar nuestros hábitos cuando salimos fuera de casa es una medida muy efectiva. En los comercios y supermercados muchas personas abren las bolsas de plástico mojándose los dedos o se rascan los ojos o la nariz con frecuencia. Pegar el móvil a la cara cuando se utiliza tantas veces para poner mensajes o apoyarlo en la boca tampoco es aconsejable porque mediante el contacto y el sudor podemos facilitar contagiarnos. Necesitamos cambiar con rapidez estas costumbres para que nuestro cerebro las automatice con mayor facilidad y no las repita.

Tenemos que considerar que cuanto más frenemos el contagio, más tiempo tenemos para obtener medicamentos eficaces. Existen actualmente más de treinta medicamentos antivirales para afrontar esta epidemia que están siendo probados. Es cuestión de tiempo que puedan aplicarse y mejore notablemente el tratamiento.

Evitar toda difusión de las fake news y no dejarnos llevar por la cantidad de informaciones alarmistas que aparecen en muchos medios es también muy recomendable, aunque también difícil, dado la cantidad de ellas que se generan.

La ansiedad y el temor no son buenas compañeras. Si colapsamos los hospitales con casos que no presentan alteraciones graves, impedimos el cuidado de aquellos que desarrollan cuadros con complicaciones y que requieren un tratamiento específico. Tenemos que darnos cuenta de que hay ciudades y pueblos de España que no disponen de los recursos de los centros médicos de Madrid o de Barcelona, y que los médicos y enfermeras tendrán una enorme carga de trabajo en los próximos meses que tendrán que distribuir de la forma más eficiente que puedan.

Otro aspecto importante es analizar todos los riegos por lejanos que parezcan. Es esencial impedir el contagio en países del continente africano, donde los medios sanitarios son muchos más escasos y las condiciones económicas mucho peores, debido a que son muchas las personas que pueden verse afectadas. Es cierto que desde la expansión del ébola (EVE), que dejó una cifra alarmante de muertes, se han hecho grandes avances, pero nuevas cepas y la falta de medidas de control pueden agravar la situación de un continente a las puertas de nuestro país. Argelia, entre otros países, cuenta ya con varios casos confirmados de contagio.

Uno de los aspectos desde el ámbito de la gestión eficaz del conocimiento que recomiendo es fomentar y reforzar desde los Gobiernos y la Comisión Europea la colaboración y el intercambio de conocimientos entre compañías farmacéuticas, centros de investigación, organismos de salud y autoridades sanitarias. Ahora es el momento para que los avances y experiencias se compartan y no se limiten al trabajo individual de algunas farmacéuticas; es fundamental dejar de pensar en los beneficios de patentes empresariales y fomentar la colaboración poniendo en primer lugar la salud de las personas. ¡Compartiendo el conocimiento, ganaremos todos! @mundiario

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