Manuel Guisande: 'Todo tiene un límite, incluso el humor, yo nunca sería Charlie'

Manuel Guisande, escritor y periodista.
Manuel Guisande, escritor y periodista.

Para el escritor Manuel Guisande hay que marcarse unos límites al escribir, si no legales al menos personales, porque "no todo vale". También subraya: "Yo nunca sería Charlie".

Manuel Guisande: 'Todo tiene un límite, incluso el humor, yo nunca sería Charlie'

Para el escritor Manuel Guisande hay que marcarse unos límites al escribir, si no legales al menos personales, porque "no todo vale". También subraya: "Yo nunca sería Charlie".

"Yo nunca sería Charlie, hay que ser respetuoso cuando se escribe, y nunca herir intencionadamente", señala este escritor, que comenzó siendo periodista para acabar dándose cuenta de que "hoy en día el periodismo ya no existe". Manuel Guisande ha hablado para MUNDIARIO, donde colabora todas las semanas.

Usted, que estuvo casi 30 años trabajando en varios diarios, es muy critico con el periodismo.

- El periodismo es bonito, entretenido y divertido; pero en la actualidad no es nada serio. Desde que los poderes económicos invirtieron en medios de comunicación son auténticos panfletos que sirven a sus propios intereses. Hace 20 ó 25 años no había esa intromisión y era muy distinto; entonces sí que se podía hablar, y con matices, de periodismo, hoy desde luego no.

- Entonces, ¿qué función cumple la prensa?

- La función que cumple es rellenar las páginas con letras durante todo el año hasta que llega el momento en que el editor, cuando son las elecciones, por ejemplo, se vende al que más paga o apuesta por un partido para ser recompensado por esa ayuda. A esto ha llegado el periodismo.

- Pero la información... ¿dónde queda?

- Como cada periódico, en general, y más en Madrid, sirve a los intereses de un grupo, te vas enterando de los escándalos y de lo que sucede; pero claro, lo que dicen no es información pura, es información interesada y hay que hacer un ejercicio de interpretacion al leer. El lector, realmente es un héroe, parece un arqueólogo de la información, descubriendo qué le quieren decir. Así estamos, que ya nadie sabe nada; lo único que sabemos es que los sinvergüenzas no van a la cárcel, eso sí lo sabemos, y si van pagan una fianza y salen a la calle, lo que es una inmoralidad. Donde hay más libertad y creo más en ellos es en los digitales, no están tan podridos como los diarios de papel.

- ¿Desencantado?

- No, ni mucho menos, hasta con el fin del mundo estaría encantado. El periodismo es divertido y animo a quienes estudian a que sigan adelante, que no se desesperen y que no hagan caso de aquellos que dicen que no tiene futuro. Lo peor en la vida es que alguien intente quitarte tu ilusión, esos ya están muertos antes de hablar, esos sí que ya no tienen futuro.

- Habla de estudios, ¿cómo ve las facultades de Periodismo?

- Un absurdo. El periodismo requiere más cualidades que conocimientos. El empatarte con la gente para obtener noticias no te lo enseña la Universidad; las ideas para un reportaje tampoco; la forma o el estilo de escribir, tampoco. Para hacer la simple y pura noticia, con un mes te llega, salvo que seas muy torpe. Es como si para ser pintor solo pudieras serlo yendo a las escuelas de bellas artes. En periodismo sucede lo mismo. De todas formas, el periodismo no es importante, hay otras cosas que lo son más.

- ¿Por ejemplo?

- Pues, por ejemplo, que mientras unos tienen de todo otros no tengan ni para comer. El ser humano es el único animal que no tiene garantizada ni una guarida ni alimentos para sus crías y mientras sucede eso, mientras no arreglamos lo de aquí no se nos ocurre otra cosa que gastar millonadas en buscar vida en otros planetas, en preocuparnos de si el tiburón crece o deja de crecer en aguas profundas o en lanzar un aparato a un asteroide. De locos. Esta sociedad es surrealista; algún bobo ha dicho que se ha nacido para sufrir y nos lo creemos. No es así, hemos venido a vivir, a disfrutar y hay medios para que sea así.

- El humor siempre está presente en sus obras...

- Mientras no me hablen de política que me reboto, como ya habrá visto… Esto del humor es una forma de ser, de entender la vida. Me suelo reír mucho de mí y, a partir de ahí, ya de muchas cosas.

- ¿"Je suis Charlie"?

- No, yo no soy Charlie, nunca sería Charlie. A todos esos locos que mandaron asesinar a los caricaturistas deseo que los detengan cuanto antes y que sean juzgados; pero tampoco comprendo dedicarse a herir sensibilidades, en este caso con la religión. Entiendo que alguien pueda escribir un articulo, con muy fino, pero muy fino humor humor, sobre Mahoma, riéndose un poco, o unos chistes; pero tomar a Mahoma o a Jesucristo como monotema con la de cosas que hay para hacer sátira… no lo entiendo. He visto varias viñetas de ese semanario francés y algunas son auténticas burradas, sin ninguna gracia, y con un dibujo por el medio para disimular. Naturalmente esto no exculpa a esos indeseables que hicieron esa atrocidad.

- ¿Y dónde queda la libertad de expresión?

- Mire, hay gente a la que le da lo mismo todo y se refugian precisamente en eso, en lo que llaman "libertad de expresión" y no es así. El único límite a cualquier libertad es no herir intencionadamente al que tienes enfrente. Esa es la libertad de expresión.

- Entonces, ¿debe haber un límite, incluso en el humor?

- Naturalmente. Lo esencial cuando se escribe es hacerlo sin intención de herir y si por cualquier causa se hiere a alguien… pedir disculpas, pero escribir para herir… al menos conmigo no va. El límite lo tiene que marcar uno mismo, y en el caso del periodismo, los lectores. Yo nunca compraría esa revista francesa porque el insulto y molestar a la gente no va conmigo. Yo me siento feliz si los que me rodean también lo son, bastantes problemas tiene esta sociedad como para añadir otros gratuitos.

- Sin embargo, hemos visto que hasta Obama ha defendido a la revista atacada. También otros dirigentes hicieron lo mismo.

- Hay mucho cínico, que sabe y dice lo que la masa quier escuchar, que conste, y repito, que no defiendo a los terroristas.

- ¿Y de qué no escribiría?

- Pues nunca escribiría nada de humor sobre una violación o sobre los pederastas, por ejemplo; es que ya ni se me ocurre, pero habrá gente que sí, porque hay de todo. No es mi caso, pero para escribir de humor hay que ser un poco inteligente... y la inteligencia, no abunda; bueno esta la CIA, que son miles de cerebritos (jajaja). 

- ¿Cuáles son sus próximo proyectos?

- Sinceramente tengo un lío de cosas que ya ni me aclaro. En marzo publicaré con la editorial Cumio el libro Relatos de absurdo contenido, que son historias surrealistas; en mayo se estrenará una obra de teatro del libro En tu línea, y para junio, en el Colegio de Ingenieros de A Coruña, habrá una exposición basada en ese mismo libro. Luego están los artículos del blog, colaboraciones con varios diarios, entre ellos MUNDIARIO… y los talleres que imparto sobre escritura creativa.

- Así que usted es de los pocos que vive de escribir...

- No, que va, soy de los muchos que morirá por empeñarse en vivir de escribir. Esa siempre fue mi duda, que no sé si soy escritor porque como poco o porque como poco soy escritor, pero algo de eso hay.

 

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