El timo del sicario: desarticulan una trama de extorsión contra clientes de la prostitución

La Guardia Civil desarticula una banda criminal. - Guardia Civil
La Guardia Civil desarticula una banda criminal. - Guardia Civil
Al menos 22 personas han sido detenidas por su presunta vinculación con una estructura criminal que amenazaba con enviar sicarios contra los clientes que solicitaban servicios sexuales en línea.
El timo del sicario: desarticulan una trama de extorsión contra clientes de la prostitución

La Guardia Civil ha conseguido desarticular una trama criminal de extorsión y amenazas contra clientes que contrataban servicios sexuales en línea, así como el grupo operaba en varios municipios de España. Los agentes han detenido a unas 22 personas e investiga a otras 18, por lo que por el momento al menos unos 40 individuos han sido presuntamente identificados como miembros o colaboradores de esta estructura de crimen organizado.

La bautizada como Operación Calaveda ha permitido destapar unos 65 delitos de extorsión a través del conocido método como ‘Timo del sicario’, una técnica criminal en la que se amenaza a la víctima con enviar un asesino a sueldo en su contra, usualmente hasta su domicilio, si no llega a pagar una determinada cifra económica. Estas modalidades de engaño generalmente indican a la víctima a depositar la cantidad de dinero con instrucciones específicas.

La investigación comenzó después de que la Guardia Civil recibiera una denuncia interpuesta en la localidad vallisoletana de Tudela del Duero, a finales de 2021, en la que un hombre daba constancia de que había solicitado los servicios sexuales de una mujer a través de una plataforma digital, y que después comenzó a recibir amenazas telefónicas y por aplicaciones de  mensajería móvil, en las que se le explicaba que sería enviado un sicario hasta su vivienda si no pagaba una compensación económica.

Según los agentes, los presuntos extorsionadores investigaban el entorno personal de sus víctimas para que las amenazas tuvieran mayor credibilidad, por lo que para demostrar su supuesto conocimiento aportaban datos del círculo de amigos, familiares y situación laboral de sus objetivos. Además, presuntamente los detenidos e investigados ponían fotos de perfil en la que aparecían una o varias personas encapuchadas, con un semblante amenazante y portando armas de fuego.

La banda tenía ramas en Madrid, Barcelona y Santander

De hecho, los investigadores detallan que los supuestos integrantes del grupo criminal enviaban a sus víctimas algunos materiales audiovisuales de contenido “escabroso”.  Además de amenazas grabadas con capuchas y armas de fuego, la Guardia Civil señala que había imágenes de cuerpos mutilados, amputaciones y decapitaciones.

Las llamadas de amenazas se hacían desde números de teléfono de todas partes, desde códigos radicados en España hasta algunos identificados como procedentes de República Dominicana. Según una nota de prensa de la Guardia Civil, los que hablaban del otro lado del móvil tenían varios acentos de origen latinoamericano y usaban un tono amenazante.

De hecho, para que este grupo criminal se hiciera con el dinero sin ser localizados, empleaban a mulas económicas, es decir, personas que transfieren dinero en línea o en efectivo que logran recibir de una persona para entregársela a un tercero a cambio de una comisión. Los criminales facilitaban a las víctimas las cuentas bancarias de las mulas, que después acudirían a un cajero automático para retirar la determinada cantidad depositada, pero en billetes, que después entregarían a los extorsionadores tras quedarse con alguna cifra.

Los agentes han identificado tres ramas de la organización en Madrid, Barcelona y Santander. Las unidades de cada grupo se organizaban en diversas labores, por ejemplo, había tres cabecillas que se encargaban de liderar cada estructura local y de captar personal a su equipo. Además, la Guardia Civil ha identificado a 19 mulas económicas, así como a otras 18 titulares de los números de teléfono desde donde se extorsionaba a las víctimas o de las cuentas bancarias donde se hacían las transferencias.

Hasta el momento, los agentes han logrado identificar a unas 65 diferentes víctimas de extorsión, a las que se les pedía la cifra total de 110.000 euros. Sin embargo, aparentemente el grupo criminal solo consiguió recaudar unos 30.000 después de todas sus operaciones. @mundiario

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