El tiempo perdido pega fuerte cuando no hay vuelta atrás

Luces en la oscuridad.
Haces de luz en la oscuridad.

"Es decepcionante llegar a ese punto en que sabes que nada va a cambiar cuando te ibas creyendo los cumplidos de falsos consejeros", comenta esta autora en un nuevo artículo.

El tiempo perdido pega fuerte cuando no hay vuelta atrás

"Es decepcionante llegar a ese punto en que sabes que nada va a cambiar cuando te ibas creyendo los cumplidos de falsos consejeros", comenta esta autora en un nuevo artículo.

La amplitud del recinto escolar en verano me acogió en un momento vital de lástima, cuando una sucesión de juegos sucios me tornó una muñeca rota. Es tener fe en tus propósitos aunque te hayas convertido en una parodia de ti misma tras las humillaciones en el intento.

Entiendo a las madres sacrificadas por el mero hecho de que alguien en este mundo te llame “mamá” y te necesite para salir adelante. Nunca dejaremos de estar agradecidos a nuestros padres a pesar de que les hayamos defraudado siempre que tomamos malos derroteros para subsanar peores inquietudes.

Y es que el individuo, en esta sociedad, es huérfano, ya que la misma le necesita para cotizar y rehúsa los derechos de la natalidad si nuestros niños toman las calles.

No sabemos vivir. No sabemos nada de esa gente a la que odiamos ni invertir nuestros ahorros. El tiempo libre es un proscrito y su delito un estereotipo mal conjeturado. Lo peor de todo es que nos gusta estar así, recorriendo sendas preconcebidas y regalando flores a los altares mientras el bosque y su fauna aguardan a la noche lluviosa en que los elementos nos subyugan.

Somos esclavos de una palabra decisiva en el peor momento, un atajo de idiotas descerebrados que abandonan su sofá para gastar suelo y abusar del vino. No hacemos sino confirmar las conspiraciones del poder en la cola del supermercado, amontonar postales en la alacena o escoger ropa para una gran ocasión hasta que un sabio transeúnte deposita su mirada en ti y te suena de vista.

Lo vejatorio de no lograr tus objetivos es una intuición íntima y si lo expresas nadie te entiende. Sueñas y haces planes pero alguien se entromete, podría ser tu mujer o tu colega. Surgen inclemencias en nuestra ruta por el destino cuando improvisas tu vida, por eso hay gente que decide acogerse al tópico que le atribuyen como un payaso.

Es duro haberlo perdido todo antes de que te viniste abajo. Al final, todos empiezan a morirse y te compras una moto. Recuerdas los comentarios de tu pareja cuando caíste en la miseria y, ahora, es tarde para hacer lo justo, de modo que te rebajas a discutir, liberas adrenalina… Te enseñas salvaje como en la cama y cambias de peinado para que se fijen en ti en el trabajo.

Al final, ¿qué somos sino un animal social? ¿No ha sido suficiente la polémica del día como para que te enteres de que los vecinos te incluyen como tema en su juntanza? Somos, en efecto, animales, y somos muchos.

La crueldad de una broma pesada no tiene parangón si es la llamada de tus niñas, que se han vuelto diabólicas. También pensabas que en algún tiempo de la edad adulta conocerías la civilización. No fue así, ellos dejaron de necesitarte, los otros se alegran de que te jodas. El transeúnte te sigue la pista.

Así que empiezo a ser vieja. Ello implica la ausencia de autoridad y la libertad de expresión una vez que te dan permiso. Pero no sé por dónde empezar para ser una nueva mujer, para olvidar las putadas de la vida que constan en mi expediente.

Quiero ser libre. La gente no sabe ser libre. Y quiero vivir y aprovechar mi tiempo al sol.

Algunas veces, cuando era pequeña, fui querida por todos. El resto del tiempo no me estaba fijando. Por eso pienso que, si la Era Digital nos observa, podremos ser la estrella que siempre quisimos y llevar a nuestro chico en el bolsillo.

De modo que debemos proponernos metas y obedecer al jefe para triunfar. Disimular cuando un hombre te silbe y regalar tus pasos a las chavalas que se dan la vuelta cuando pasas.

Lo peor de la vida ya pasó, siempre pesa el recuerdo. Hemos de aplicar una fábula a lo acontecido cuando la gente quiera saber; debemos fingir felicidad ante el enemigo. Hay misterios que desentrañar en la ciudad, así que, salgamos a la aventura.

  

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