Testimonio profesional desde MUNDIARIO: ¿Queréis entrar conmigo en la farmacia?

Los profesionales farmacéuticos, técnicos, auxiliares... tenemos claro que lo que impera y por lo que nos levantamos todos los días es por mejorar la salud de nuestros clientes. Ojalá podamos seguir así.
Testimonio profesional desde MUNDIARIO: ¿Queréis entrar conmigo en la farmacia?

Comienza el día en la farmacia de Muxía, llegan los primeros clientes, todos los profesionales ya están preparados para empezar la jornada. En un ambiente relajado, cercano y amable, nos ponemos en marcha para escuchar, y digo primero escuchar y no dispensar, porque los clientes de farmacia saben que no entran en un comercio dónde solo se venden medicamentos, sino que ya están en su farmacia, lugar en el cual nos cuenta sus problemas de salud y los que nada que ver tienen con la salud, en fin, su vida. El profesional de la farmacia ya está preparado para la difícil tarea de saber escuchar.

Una vez terminada esta importante primera fase de atención,  llega ya la tarea de la dispensación,  que va siempre unida al consejo y a la atención farmacéutica, para que el medicamento sea bien utilizado y cumpla sus principios fundamentales de necesidad, efectividad, eficacia y seguridad. La tercera fase es de farmacovigilancia,  que es el seguimiento de posibles reacciones adversas no descritas en la ficha técnica y que en caso de aparecer serán notificadas desde la farmacia.

La entrada en vigor del copago  hizo tambalear el sistema de trabajo. Los profesionales estuvimos muy preocupados, ya que los usuarios no retiraban su medicación  o se saltaban dosis por miedo a no llegar a fin de mes, ya que en su mayoría son pensionistas, así que  para nosotros fue muy frustrante,  debido a que nuestro trabajo de seguimiento farmacoterapéutico se venía abajo en horas. No podíamos luchar contra ese gran problema, ahora con el paso del tiempo, parece que vuelven a retirar su medicación y a cumplir las pautas en su gran mayoría, con el gran esfuerzo que ello les conlleva. Una vez más nuestros mayores han demostrado la capacidad de esfuerzo y sacrificio, ya que es evidente que sobre ellos ha caído todo el peso de la crisis en una cuestión vital para ellos como la sanidad.

Llegamos al departamento de análisis clínicos, donde quien les escribe es la directora técnica: analista desde hace diecisiete años. Una labor que complementa muy bien la atención farmacéutica, ya que el seguimiento analítico nos confirma la efectividad en muchos casos del tratamiento.

Seguimos la mañana y nos dirigimos al departamento de ortopedia, con gran carga emocional por los productos a adaptar, pero siempre la conversación relaja el ambiente.

Termina la completa mañana y llegan los turnos de las comidas de nuestros profesionales y de la que escribe. Mientras tanto, la farmacia sigue con sus puertas abiertas, dando un servicio sin interrupción y aún se oye el eco de las conversaciones matinales. Y así hasta bien entrada la noche.

Todos los profesionales farmacéuticos, técnicos, auxiliares... tenemos muy claro que lo que impera y por lo que nos levantamos todos los días es por mejorar la salud de nuestros clientes. Ojalá nos sea posible seguir haciendo nuestra labor como hasta ahora.

Ha sido para mí un inmenso placer el tratar de acercar en pocas líneas el día a día en la farmacia a los lectores de MUNDIARIO.

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