Tengo un sueño -'I have a dream'- que quiero poner en práctica esta Navidad

Los niños sueñan continuamente, dormidos y despiertos, y los adultos tenemos la obligación de alimentar esos sueños, de mantener la ilusión y no caer en el consumismo feroz.

Tengo un sueño -I have a dream- y no es el que proclamaba Martin Luther King en 1963 ni el que cantaba AbbA en 1979. En estas fechas los niños sueñan dormidos, sueñan despiertos y les hacemos soñar. Sueño que padres y abuelos consigamos que no acabe en frustración ese choque entre la ilusión de unos y el interés comercial de otros, y que consigamos el equilibrio, porque la felicidad suele estar tanto más en lo poco bien administrado que en lo mucho despilfarrado.

Al margen de esto, lo cierto es que siendo niños, hasta una cierta edad, el límite entre los sueños y la realidad todavía no está definido. Los niños, durante el sueño, viven sensaciones reales y tienen imágenes claras, es decir, no distinguen la realidad del sueño. Viva la inocencia.

Ahora yo me pregunto, este niño de la foto, ¿está soñando ó está durmiendo?. Apuesto que ambas cosas, es más, creo que se quedó dormido de soñar despierto. ¡Angelito!