Hasta las telarañas se han quedado congeladas en Valladolid

Telaraña congelada. / Judith Muñoz
Telaraña congelada en Valladolid. / Judith Muñoz

En tiempo de guantes, bufanda y gorro, desconozco donde se esconden las arañas pero sus telarañas resisten estoicas frente al frío casi invernal.

Hasta las telarañas se han quedado congeladas en Valladolid

En estos meses que afortunadamente estoy pasando con la familia en mi ciudad de origen, antes de emprender de nuevo viaje a las américas, cada mañana paseo con mi amigo Zar, ese labrador mestizo negro del que ya os conté su valiente viaje cruzando el océano atlántico.

Antes de ponerme a trabajar para hacer de Mundiario un medio del que sentirse orgullos@s, nosotros y vosotros, doy mi paseo matutino en buena compañía y hoy, especialmente hoy, la helada nocturna en tierras pucelanas no se ha visto ensombrecida por un espléndido sol. Hoy la niebla lo cubre todo y el hielo mantiene su estoica presencia.

Desconozco dónde se resguardan las arañas cuando arrecia tiempo de guantes, gorro y bufanda, pero sus telarañas se convierten en finos hilos helados. Pura belleza natural entre el follaje que bien merece una instantánea.

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