¿Es tan raro que surjan grupos feministas en países como Rusia o Ucrania?

Activistas de Femen durante una de sus protestas.
Activistas de Femen durante una de sus protestas.

En tiempos de la perestroika y en la Rusia post-soviética, los periodistas y los políticos criticaron duramente las ideas del feminismo y la igualdad de género como un anacronismo socialista.

¿Es tan raro que surjan grupos feministas en países como Rusia o Ucrania?

Cuando surge un movimiento de corte -¿pretendidamente?- feminista como es Femen, nos apresuramos a emitir juicios con total desconocimiento de la situación de la mujer en la Ucrania actual y, en realidad, en el conjunto de las ex-repúblicas soviéticas. Es ahora cuando vamos a desarrollar un poco más esta idea, para ilustrar el hecho del retroceso del feminismo.

En un sucinto repaso al papel de la mujer a lo largo de la historia de la URSS, recordaremos que los bolcheviques llegaron al poder en 1917 y, casi inmediatamente, las nuevas autoridades declararon su intención de proceder a una “liberación de las mujeres” y un “cambio en el modelo de familia”.

Podríamos decir que la igualdad de género se convirtió en un ideal socialista, sobre todo en los primeros tiempos, y de la mano de Aleksandra Kolontai.

Kolontai, aunque de origen burgués, fue una revolucionaria y una de las figuras más importantes para la revolución rusa. Destaca por haber sido la primera mujer que participó en un gobierno y la primera en ejercer la función de representante de su país en el extranjero.

Se la recuerda en el feminismo por su aportación, tanto teórica como práctica, a la igualdad de la mujer intrínseca a la lucha socialista. En un texto suyo de 1913, la autora reflejaba muy bien esta idea: "Los trabajadores no se dieron cuenta inmediatamente de que en este mundo de falta de derechos y de explotación, la mujer está oprimida no sólo como trabajadora, sino también como madre, mujer. Sin embargo, cuando los miembros del partido socialista obrero entendieron esto, hicieron suya la lucha por la defensa de las trabajadoras como asalariadas, como madres, como mujeres. Los socialistas en cada país comienzan a demandar una protección especial para el trabajo de las mujeres, seguros para las madres y sus hijos, derechos políticos para las mujeres y la defensa de sus intereses." 

Cuando fue designada Comisaria del Pueblo para la Asistencia Pública en el gobierno del Sovnarkom, Kolontai promovió que se modificasen aspectos de las leyes que subordinaban la mujer al hombre, le negaban derecho al voto y favorecían peores condiciones laborales con respecto a los hombres. En esta época, se aprobaron el divorcio y el aborto, junto a otras prestaciones sociales a la maternidad, guarderías y hogares para los niños. Además, se diseñaron campañas de concienciación feminista.

En 1918 tuvo lugar el Primer Congreso de Mujeres Trabajadoras de Rusia, que fue organizado por ella. De dicho congreso salió y el Zhenotdel (Departamento de la Mujer). Todo este trabajo cambió la situación de la mujer rusa para mejor. Sin embargo, estos logros por la igualdad de género sufrieron un retroceso pocos años después.

En un artículo publicado en Rusia Hoy, su autor, Fran Martínez, recuerda como la llegada de Stalin atenuó esta posición de la mujer rusa que se produjo tras la revolución, ya que desaparecieron los órganos que se habían creado y se aplicaron restricciones a los derechos sociales como el divorcio o el aborto, sin llegar a suprimirlos. A este respecto, otro interesante artículo publicado en Spartacist en 2006- al que haré más referencias- refleja cómo " la burocracia ya había abandonado el compromiso comunista por luchar por la liberación de la mujer". En 1929 se disuelve el Zhenotdel (Departamento de la Mujer)- antes ya se habían disuelto otros organismos relacionados- y, en 1930, el partido anunciaba que la cuestión de la mujer quedaba oficialmente resuelta.  

En 1929 ya empezaba a calar la idea de que se estaba produciendo una extinción de la familia y años más tarde, cuajaba la idea de la familia socialista de Stalin. En 1936, como señala Schlesinger, donde se incentivaba las familias numerosas y se imponían condiciones más duras para conseguir el divorcio.

Más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial y, como en otros lugares, se produjo un repunte en la incorporación al trabajo femenina en Rusia. Una vez finalizada la guerra y cuando Stalin ya había muerto, se restablecieron los derechos de las mujeres, pero ahora ellas se enfrentaban a un nuevo problema: el de conciliar el trabajo con las labores domésticas.

Tras la caída del muro de Berlín en 1989, los años noventa fueron tiempos complicados. El colapso de la Uniión Soviética trajo el desempleo y una situación social desfavorable.

En la Rusia post-soviética, las cosas se pusieron bastante mal para las mujeres. En un artículo publicado en Spartacist resumen lo sucedido en un epígrafe titulado "La contrarrevolución capitalista pisotea a las mujeres", del que extraigo el siguiente párrafo: "Sucediendo al moderado Mijaíl Gorbachov, que no se atrevió a ejecutar las medidas necesariamente duras de la restauración plena del capitalismo, Boris Yeltsin tomó el poder en agosto de 1991. A lo largo del siguiente año, dada la ausencia de resistencia por parte de la clase obrera, la contrarrevolución capitalista triunfó en Rusia, una derrota histórico-mundial para la revolución proletaria. La URSS fue fragmentada en varios regímenes nacionalistas mutuamente hostiles. Excepto para una pequeña minoría en la cima, desde entonces las cosas se han vuelto mucho peores para todos, pero especialmente para las mujeres y los niños". 

 Así pues, durante la década de los noventa, cientos de miles de mujeres emigraron para buscarse una vida mejor en el extranjero. Las que se quedaron, tuvieron que adaptarse a las circunstancias anteriormente descritas.

 Como señala la experta de género Olga Voronina en un artículo para Russiaprofile"En tiempos de la perestroika y en la Rusia post-soviética, los periodistas y los políticos criticaron duramente las ideas del feminismo y la igualdad de género como un anacronismo socialista”.

Además, se empezó a forjar el estereotipo de mujeres con ambiciones profesionales como “agresivas, marimachos o sexualmente frustradas” y, por otro lado, de occidente importaron la cultura de las revistas femeninas y telenovelas, a partir de las que se gestó la idea de encontrar un buen marido y dedicarse a la familia.

En líneas generales, como tambien señala el artículo de Spartacist publicado en 2006:  "La gran mayoría de la población ha caído en la pobreza extrema y el desempleo crónico. El extenso sistema de guarderías y ayuda a las madres ha desaparecido, los besprizorniki han vuelto, la prostitución florece y las mujeres del Asia Central han retrocedido siglos."

Por último, lanzo desde aquí una pregunta abierta para la reflexión: ¿Resulta tan extraño que surja algún tipo de feminismo en estas repúblicas post-soviéticas?

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