Suso de Toro: 'En Galicia no hay voluntad colectiva de existir'

“Cara a onde?” (“¿Hacia dónde?”) es el título del ciclo de conferencias y tertulias que, dirigido por el escritor Alfredo Conde, se está celebrando, mensualmente, en el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) de Santiago de Compostela, y en el que tengo el honor de participar. Se debate sobre la transformación cultural y social de Galicia en los últimos años, a través de la literatura. El pasado sábado, el protagonista fue el reconocido escritor (y hoy profesor) compostelano Suso de Toro. Hace un mes estuvo presente Bernardo Atxaga. Y dentro de unas semanas asistirá Carme Riera. La respuesta de Suso, el otro día, a ese “¿Hacia dónde?” formulado en el ciclo fue así de desazonadora:

“En Galicia —afirmó Suso de Toro— no hay voluntad colectiva de existir. Esta es la explicación de por qué, por ejemplo, hemos perdido las cajas de ahorros, o la propiedad de tantas empresas... Y sucede lo mismo en el mundo cultural: nuestra lengua y nuestra literatura padecen todas las presiones, todas las limitaciones y todos los complejos de las lenguas y literaturas minorizadas? Continuó De Toro con su “repaso” al ambiente cultural actual: “En la actualidad, ya ni hay siquiera lugar para las polémicas culturales; los espacios de debate son inexistentes” (...). Por otra parte, sostuvo que “la literatura precisa de un éter para existir, de un sosiego, e incluso de un silencio que permita la concentración, que permita disfrutar de ella. Algo que hoy no existe”.

O sea que “Hacia ninguna parte”. He aquí el futuro, la respuesta que, de seguir en este camino, parece vislumbrarse escuchando a Suso de Toro.

Hace un mes, como dije, visitó el ciclo el afamado y también multipremiado escritor vasco Bernardo Atxaga. Atxaga es escritor en lengua vasca. Traducido, desde ella, a numerosos idiomas del mundo. Como De Toro desde el gallego. Atxaga defendió, por encima de todo, la importancia de la identidad, del relato propio de un pueblo. Como “alma” para existir o sobrevivir. Todos los pueblos luchan  por tener su relato: “Los EE UU, por ejemplo —señaló—,  potenciaron los grandes Parques Nacionales como el origen de su identidad. Son su Notre Dame, su Capilla Sixtina”.

La respuesta que está dando, en fin, este ciclo  del “¿Hacia dónde?” parece clara… pero en la bruma. O sea: depende de Nosotros. Sólo queriendo Ser, sólo buscando y defendiendo el relato propio, puede un pueblo sobrevivir. Desde esa singularidad se puede ser evidentemente  universal, solidario e “internacional”. Sin ella, malamente seremos algo.