La sorpresiva elección del ciudadano Sánchez y la mediocridad política

Pedro Sánchez, secretario general del PSOE. / Mundiario
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE

Prácticamente de la noche para la mañana, el PSOE ha creado una nueva estrella: Pedro Sánchez. El autor se muestra crítico con su discurso.

La sorpresiva elección del ciudadano Sánchez y la mediocridad política

Prácticamente de la noche para la mañana, el PSOE ha creado una nueva estrella: Pedro Sánchez. El autor se muestra crítico con su discurso.

Tras la debacle de Rubalcaba en las generales del 2011, porque hay que ser optimista y un poco simple para pensar que si no convenció a Zapatero, al que veía todos los días, iba a convencer a millones de españoles; ahora toca Sánchez, que esto parece como una tómbola, a alguien hay que sacar del cesto sea como sea. Y una vez elegido... pues a un ciudadano que se llama Sánchez y que aparece de la noche a la mañana, se le monta toda una película como si fuera una megaestrella o como si fuera el no va más desde la invención del sorbete, marketing que le llaman.

Y hartito me tiene el señor Sánchez porque para decir cosas tan trascendentales como: «mejorar la transparencia» o «abrir puntos de encuentro con el resto de formaciones políticas para afrontar un proceso de regeneración democrática», sinceramente no sé para qué se montó tanto lío y tensiones en las primarias del PSOE, que eso lo dice mi hija de 14 años y no hace falta elecciones.

No dudo de las buenas intenciones de Sánchez; lo malo no es que a un tal Pedro Sánchez nos lo metan por los ojos para formar a toda pastilla un líder ante la opinión pública, ni tampoco quienes han elegido a Sánchez. Lo grave es cuántos han elegido a Sánchez. ¿Y sabes cuántos? Pues al ciudadano Sánchez; es decir, a un señor que un día podría gobernar España, a 50 millones de habitantes (y esto ocurre en todos los partidos, porque te afilias o no cuentas para nada) lo han elegido un total de 62.411 militantes de los 200.000 que aproximadamente tiene el PSOE.

Dicho de otra forma, de los 200.000 miembros del PSOE tiene que salir uno por narices, y el resto de españoles que no está afiliado (más de 49 millones) pues a esperar a ver quien aparece de entre esos 200.000 Y claro, pues de entre esos 200.000 aparece lo que aparece, sale lo que sale y no hay más cera que la que arde.

Eligiéndose entre amiguetes

Y si ya es preocupante esto, más lo es si un día Sánchez llega a gobernar España, ya que en vez de rodearse de un núcleo de expertos independientes y con eficacia contrastada y demostrada (que sería lo normal y lógico, pero de esto no ha dicho nada, que entonces sí sería una novedad en la escena politica) pues hará lo que vienen haciendo todos: nombrará ministros, secretarios de Estado y directores generales... vamos, los que cortan el bacalao, entre sus 200.000 militantes para pagar favores y apoyos a su candidatura, a sus amiguetes.

Si luego nos extraña la mediocridad de nuestros dirigentes esta puede ser una causa: o te afilias... o nada. Así nos va e iremos, porque por lo oído hasta ahora a D. Pedro... sin novedad en el frente señor Sánchez.

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