¿Son invisibles los 11.000 millones de euros de la Conferencia Episcopal Española?

El cardenal Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal.

Hay un científico de la Universidad de Rochester llamado John Howell que, junto con su hijo de catorce años, han inventado una capa invisible. La noticia ha dado la vuelta al mundo en un corto espacio de tiempo por lo curioso que tiene el asunto. De hecho, la foto que corrobora tal descubrimiento no deja lugar a la duda ni deja de sorprendernos debido a la veracidad de este absurdo hallazgo. La invisibilidad es un estado que, al igual que el Santo Grial, se ha buscado obsesivamente durante años pero todavía no se había obtenido resultado alguno. Sin embargo, han llegado John y Benjamin y, con cuatro útiles de la sección de bricolaje, al módico presupuesto de 150 dólares, se han apañado para demostrarnos lo indemostrable.

A mí, esta cuestión de la invisibilidad y la dificultad para alcanzarla me ha recordado a la Conferencia Episcopal Española. Esta gran empresa, presidida por el señor Rouco Varela, cuyos miembros accionistas cuentan con subvenciones estatales y bonificaciones fiscales, maneja 11.000 millones de euros anuales. Lo alucinante del asunto es que hemos sabido que el destino que recibe tal cantidad es un misterio el cual todavía está por descubrir. Se trata de un montante que está ahí pero que se muestra ante nuestros ojos como etéreo, imperceptible e incorpóreo. Igual que el tronco y las extremidades en la foto del chaval de John. Solo que, en este caso, se trata de una invisibilidad adulterada, lo que viene llamándose falta de transparencia, o más vulgarmente, una diáfana desfachatez.