Solo un caprichoso adinerado podría adquirir la isla gallega de San Vicente

Paseo a la Isla San Vicente. / MUNIMARA
Paseo a la Isla San Vicente. / Munimara

Esta isla, situada en la ría de Ortigueira, se puso en venta en contra de la opinión de vecinos e instituciones que dicen pretenderla pero cuyo precio no pueden pagar.

Solo un caprichoso adinerado podría adquirir la isla gallega de San Vicente

"Magnífica isla de forma ovalada con playas de suaves pendientes y bellos acantilados", así rezaba no hace mucho el reclamo publicitario de una web especializada en la venta de propiedades singulares para referirse a la Isla de San Vicente, en Ortigueira (A Coruña), una de las numerosas islas que jalonan los cerca de 1.500 kilómetros de la costa gallega.

Se trata de un islote actualmente deshabitado de poco más de una hectárea de superficie, cubierto de arboleda y situado frente al arenal de Morouzos, desde el que en determinados casos de marea baja se puede acceder al mismo caminando sobre el banco de arena de A Barra. Junto con las playas y marismas que lo rodean conforma un espacio natural protegido desde 1989 por su alto interés ecológico.

Se dice que en la Edad Media los templarios fundaron en la isla un convento cuyos últimos ocupantes fueron los monjes franciscanos que lo abandonaron en el siglo XVI, cuando pasó a manos del linaje de los Ponce de León, cuyos descendientes serían los actuales propietarios, si bien aún se veían vestigios de la construcción a finales del siglo XIX.

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