En un sistema sanitario es fundamental la presencia de la farmacia profesional

El modelo de farmacia profesional busca brindar un servicio farmacéutico, en el sentido más amplio de su expresión.
El modelo de farmacia profesional busca brindar un servicio farmacéutico, en el sentido más amplio de su expresión.

El tiempo y las circunstancias han demostrado que para lograr un sistema sanitario saludable, con una mayor accesibilidad al medicamento, la solución no pasa por una farmacia tipo supermercado.

En un sistema sanitario es fundamental la presencia de la farmacia profesional

El tiempo y las circunstancias han demostrado que para lograr un sistema sanitario saludable, con una mayor accesibilidad al medicamento, la solución no pasa por una farmacia tipo supermercado.

Quienes estamos en el cotidiano ámbito farmacéutico entendemos que en una política de medicamentos, adecuada a la salud de la comunidad, se debe priorizar que el ser humano no elija consumir un fármaco, sino que su consumo sea por una necesidad manifiesta, y que está contemplada como un derecho básico, constitucional, a la salud y con la cual no se debe intentar lograr ganancias extraordinarias. Estos argumentos se ven plasmados en el artículo 1º de la ley 17.565 (modificado por la ley nacional 26.567) que impide la exhibición de medicamentos de venta libre en góndolas. De esta manera se le da un marco legal para evitar que los fármacos estén al alcance de la mano del consumidor con la firme intención de disminuir, entre otras cosas, la automedicación. Como consecuencia, esta norma es un ejemplo cabal de las buenas intenciones de proteger la salud de las personas.

En Argentina, y en contraposición a esta saludable postura, existen algunos sectores empresariales (Farmacity, Carrefour, algunas Obras Sociales, entre otros) que, avalados por algunos políticos, pretenden, y han pretendido, desvirtuar el servicio profesional que brinda la farmacia comunitaria, menospreciando el conocimiento, la trayectoria y experiencia del Farmacéutico intentando imponer un modelo de Farmacia Shopping que reemplaza al profesional por una góndola, puntualizando en estrategias de marketing y publicidad con el simple objeto de lograr aumentar sus ventas por impulso.

En este tipo de modelo farmacéutico el objetivo central es promover la venta compulsiva sin ninguna regulación que se interponga, con el único fin de lograr ganancias excepcionales en base a una necesidad social; en este esquema la farmacia profesional pasa a ser un obstáculo.

Estas empresas comerciales muestran o venden una idea de algo nuevo, evolucionado y sofisticado; es decir, se sustentan en una postura superficial en donde la salud de los pacientes/consumidores y del sistema sanitario pasa a un segundo plano.

Por citar un ejemplo, Farmacity es una cadena que destruyó el modelo sanitario de farmacia en Chaco, Misiones, Córdoba,  Formosa, La Rioja, Salta, San Luis, Jujuy, Santiago del Estero y la Ciudad de Buenos Aires (CABA) donde abrió más de trescientos locales y llevó al cierre de miles de farmacias. Esta es la cadenera emblema en este tipo de estrategias, y que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires –CABA- cuenta con la connivencia del Ingeniero Mauricio Macri, quien permanentemente ha avalado su accionar con leyes y/o reglamentaciones que van en contra del modelo profesional impulsado desde las Instituciones colegiadas y apoyado por el Ministerio de Salud de la Nación.

Farmacity ha demostrado en más de una oportunidad que sus objetivos centrales pasan por obtener una rentabilidad extraordinaria a costa de la salud de sus consumidores, mostrando una actitud tendenciosa a lograr simples actos comerciales, los cuales están muy alejados de priorizar la salud de la comunidad. Esto deja en evidencia que su postura está muy distante de la esencia de las leyes vigentes, que pretenden el bienestar de la ciudadanía.

Lo real y lamentable, basado en evidencias, muestra que estos lugares no son convenientes para la salud de los pacientes/consumidores y como consecuencia para el sistema de salud. Por todo, es muy saludable recordar que "no todo lo que se ve, es lo que parece ser".

A pesar de los juicios que la cadenera ha tenido que enfrentar, la semana pasada, Farmacity interpuso un recurso extraordinario de inaplicabilidad de la ley contra una sentencia de la Cámara de Apelaciones Provincial, que en un fallo memorable defiende el sistema existente en nuestra provincia, con expresiones como: "...no es posible separar lo que veo como inseparable -dice uno de los jueces-, en términos de resultado de una actividad extensiva del sistema de salud, a la que no le cabe la ortodoxia mercantil que sostiene ese intento" (de Farmacity).

En este contexto, es bueno recordar que el modelo de farmacia profesional busca brindar un servicio farmacéutico, en el sentido más amplio de su expresión, favoreciendo la accesibilidad a los medicamentos y productos para la salud, pero evitando el modelo comercial, o polirubros, que favorece la concentración económica, atenta contra la red de farmacias distribuidas en cada rincón de la provincia, destruye la calidad del sistema sanitario y alienta el consumo irracional de fármacos. A su vez, el modelo que pretende implantar Farmacity es el de polirubros que va netamente en contra del modelo de farmacia profesional y de las normas sanitarias que rigen actualmente en el país. A su vez, es muy visible que la cadenera no considera que el medicamento es un bien social y el paciente un ser humano, quien merece ser reconocido como tal, con quien no se debe tener la intencionalidad de utilizarlo para lograr crecimientos económicos a través de acciones mercantilistas, sino que trabajando en beneficio de su salud.

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Fuente: Departamento de prensa del CFPBA – Wikifarma

 

Dato de color
Según un estudio presentado por la COFA, y realizado en 16 provincias e impulsado por su Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad, sobre la “Consulta Farmacéutica” halló que por las 16.000 farmacias de la Argentina pasan 45 millones de personas por mes, donde se realizan 4 millones de consultas a pedido de los pacientes y el 80% de estas son resueltas por el farmacéutico, lo que le insume 166 mil horas de consulta profesional gratuita. Lo que significa un enorme aporte al equilibrio del sistema de salud, y con el aditamento de que es totalmente gratuito.

 

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