Las sinfonías del Papa Francisco son bien interpretadas por el padre Ángel

El padre Ángel.

El Papa cambió el mensaje eclesiástico ganandose muchos enemigos en casa y muchos seguidores en la calle, pero quien lo pone en practica es su fan el Padre Angel.

Las sinfonías del Papa Francisco son bien interpretadas por el padre Ángel

El Papa cambió el mensaje eclesiástico ganandose muchos enemigos en casa y muchos seguidores en la calle, pero quien lo pone en practica es su fan el Padre Angel.

 

El mencionado, muy querido, y muy respetado cura, ha culminado una vida dedicada a los pobres y humildes haciéndose cargo de la Iglesia de San Antón en Madrid, en la calle Hortaleza en pleno Chueca. Este cura ejemplar que es un continuo valladar en pro de ONGs y de cualquiera que necesite ayuda o tenga un plan para darla, desde la llegada del nuevo Papa le resulta difícil terminar una frase sin nombrarlo citando alguna enseñanza suya. Hoy citaba la tragedia de Nepal donde al igual que antes había ocurrido en Haití, sus líderes religiosos culpan al pueblo de traer la desgracia con su comportamiento, lo que indudablemente reporta un gran sufrimiento al creyente pobre cuya esperanza está en ser querido y premiado por Dios, y también culpan a las países ricos y poco religiosos que casualmente son los que les van a ayudar a no desaparecer en medio de epidemias. En su cita menciona al Papa Francisco que había afirmado "Dios perdona siempre, el ser humano a veces, y la naturaleza nunca", exculpando así a la población de toda culpa en la tragedia y de cualquier relación con los milagros que los santo es locales tratan de vender para justificar los muertos con la furia divina porque la Naturaleza no entiende de eso.

Volviendo a la Iglesia de San Antón conviene conocer sus múltiples singularidades. En primer lugar decir que la mencionada Iglesia abre 24 horas porque el Papa Francisco ha dicho que la casa de Dios no cierra sus puertas a nadie. También se puede entrar con mascotas y además solicitar que los animales sean bendecidos. Por supuesto que siempre hay algún cura  y quien lo requiera se puede confesar a las dos de la mañana, por ejemplo. Hay maquinas como las de tabaco pero con alimentos que se pueden comprar y donar. Y el colmo de la corona, los cepillos están abiertos y cada uno da lo que puede si quiere, mientras otros cogen lo que necesitan, pese a lo cual siempre sobra algo para atender a otros necesitados. Así ha conseguido un cargamento con el que parte rumbo a Nepal.

No pretende este artículo animar a nadie a ser creyente o religioso si no lo es, pero si la Iglesia Católica tuviese muchos Franciscos y padres Ángel, tendría más fieles, no estaría en franca recesión frente al Islam, y quizás el mundo seria algo mejor, quizás con menos dogmas y credos pero con mas corazón.

Comentarios