Continúan en aumento las cifras de personas que cruzan el Tapón del Darién

Una mujer de Sierra Leona y su bebé llegan a un albergue en La Peñita, Darién, Panamá. / © UNICEF/William Urdaneta
Una mujer de Sierra Leona y su bebé llegan a un albergue en La Peñita, Darién, Panamá. / © UNICEF/William Urdaneta

Los estrictos requisitos de visado en diversos países de América Latina han provocado que la población venezolana represente el 58% de los migrantes que han cruzado este territorio.

Continúan en aumento las cifras de personas que cruzan el Tapón del Darién

Panamá está experimentando una serie de protestas sociales desde hace dos semanas debido al alza de precios de los alimentos, combustibles, medicinas y otros insumos vitales. El descontento ciudadano se ha evidenciado a través de movilizaciones de colectivos sociales, manifestaciones callejeras y cortes de carreteras, lo que ha desencadenado la interrupción del transporte, la provisión de víveres y la recolección de basura.

Sin embargo, a esta problemática se le suma un aumento del flujo de migrantes que atraviesan la selva del Darién, alcanzando desde mayo un promedio de 500 personas por día, según informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) por medio de un informe presentado este jueves.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Migración Panamá, en lo que va de 2022 han entrado al país 48,430 personas por la densa selva pantanosa. 7,283 de ellos son niños y adolescentes. Asimismo, las cifras indican que el gentilicio venezolano representa el mayor número de desplazados con un 58%, siendo seguido por un 7,9% de haitianos y 5,2% de cubanos, aunque hay personas provenientes de 50 países.

Numerosos peligros

El organismo de la ONU indica que los migrantes se enfrentan a numerosos peligros, siendo los abusos físicos, la violencia sexual y los asaltos situaciones comunes en esta travesía.
 

De hecho, la Cruz Roja de Panamá estima que entre 10 y 15% de los migrantes que atraviesan esta selva sufren abuso sexual. Por su parte, Elías Solís, presidente del movimiento humanitario panameño, sostiene que “este es el paso fronterizo más difícil” debido a la violencia, a la trata de personas y a lo inhóspito que es el extenso territorio.

Pese a estos riesgos, se espera que para finales de año al menos 160.000 personas transiten estos peligrosos caminos, incluidos unos 32.000 niños y adolescentes, y unas 5.000 mujeres embarazadas.

De igual forma, el informe de UNICEF asegura que los “hechos de asalto y violencia en la selva” continuarán “pese a las acciones de control territorial del Estado”.

Migrantes varados

Ahora bien, las manifestaciones callejeras y el corte de carreteras y avenidas han perjudicado a unos 6.500 migrantes, quienes se encuentran  en las estaciones de recepción migratoria, cuya capacidad ha sido sobrepasada gravemente.

La situación se ha salido de las manos del personal de UNICEF en el Darién y sus socios, quienes reportan el desabasto de alimentos, combustibles, dinero en efectivo e interrupciones en el servicio eléctrico, telefónico y de agua para la población, lo que se traduce en plantas potabilizadoras paradas y restricciones para el acceso a las letrinas.

Coordinación entre países

Ante esta problemática, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ha instado a Colombia, Panamá y Costa Rica a establecer mecanismos de coordinación operativa que informen sobre la situación del paro y las afectaciones del flujo migratorio, y permita que los países de Centroamérica estén preparados para un desplazamiento triplicado una vez se solvente la situación irregular.

Además, la agencia de la ONU vaticina un colapso de los servicios sanitarios, de justicia y de protección infantil, pues los empleados no pueden acceder a sus puestos de trabajo. @mundiario

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