En el sector óptico español se oye también el canto de Yes we can

Las crisis económicas son momentos de cambios, y cuando estos empiezan a acontecerte tienes dos opciones: admitir que durante varios años vas a tener una situación económico-profesional bastante peor, o plantearte emprender tu propia idea y arriesgarlo todo. Algo así es lo que han pensado los promotores de L'Atelier Óptica, radicados en la madrileña calle de Moratín. Uno de ellos es Francisco Avilés Rogel. Profesor de Experto en Optometría de la Cirugía Ocular en la Universidad Europea de Madrid, óptico-optometrista en Novavision, profesor de Prácticas de Optometría y Contactología en la Universidad Europea de Madrid, coordinador académico en Veinte20.com, óptico pptometrista en el Grand Optical (subsidiary of Pearle Europe) y ahora copropietario de L'Atelier Óptica. Su socio es Thomas Denizot. Consultor de negocio, licenciado en Derecho, master en Administración de Empresas y exconsultor de Price Waterhouse Coopers, también es copropietario de L'Atelier Óptica. Francisco Avilés habla para MUNDIARIO del sector óptico y las ganas de emprender en época de crisis.

- ¿Qué le ha impulsado para emprender en este momento de crisis?

- Las crisis economicas son momentos de cambios, y cuando éstos empiezan a acontecerte tienes dos opciones, admitir que durante varios años vas a tener una situación económico-profesional bastante peor, o plantearte emprender tu propia idea y arriesgarlo todo. A nivel personal, resulta mucho más gratificante la segunda opción, aunque por supuesto va mucho más cargada de miedos e inseguridades. cuando hablo de arriesgar no me refiero a tirarse por un precipicio, sino a pararse a pensar con tiempo qué sabes hacer bien, qué puedes aportar de nuevo a tu sector y lo más importante de todo, en qué te puedes diferenciar del resto.

- ¿Cómo está el sector de la óptica en España?

- El sector de la óptica ha tenido un importante descenso en los últimos cuatro años, el tiempo de renovación del equipamiento óptico -gafa-  ha aumentado en casi un año de media con respecto a 2007, pero el de las lentes de contacto se ha mantenido e incluso ha crecido levemente. Esto ha hecho que los profesionales que apuestan por la formación continuada en este y otros campos como la baja visión se hayan mantenido sin problemas e incluso hayan incrementado sus volumenes de negocio.

- Las cadenas multinacionales de óptica pisan fuerte con las políticas low cost, grupos de compra, etc. ¿Cuál es su estrategia para poder competir?

- Esta pregunta se responde con cuatro palabras: servicio, fidelización, diferenciación y calidad. Afortunadamente, todavía hay una proporción muy elevada de clientes/pacientes que aprecian un servicio profesional impecable y que valoran factores como el tiempo de atención en la consulta del gabinete, la calidad de los productos que les ofreces y el entorno en el que se realiza todo este proceso. por eso, nuestra idea de negocio se centró en estos pilares para, a partir de ahí, desarrollar un concepto totalmente nuevo en España. Las cadenas con políticas low cost, por su propia estructura, pueden hacer un dinero rápido en un corto período de tiempo, pero bajo mi punto de vista, tendrán serios problemas para mantener estas políticas a medio y largo plazo.

- Como experto en salud ocular, tan importante para la calidad de vida de los pacientes, cree que la Administración debería hacerse cargo de las prescripciones en lentes?

- Definitivamente sí. En España, los servicios de oftalmología del sistema nacional de salud están realmente saturados, además de esto, en la mayoría de las comunidades autónomas aún no se cuenta con optometristas cualificados que desaturen estos servicios realizando la tarea por la que la mayor parte de los pacientes acuden a ellos, el examen visual (graduación). La falta de ayudas economicas por parte de la seguridad social para las prescripciones ópticas y el desconocimiento de la población de a qué profesional deben acudir para cada caso, hace que los niveles de salud visual estén todavía por debajo de lo deseable. El debido reconocimiento de nuestra profesión y las ayudas económicas a aquellos pacientes que realmente lo necesitan haría que mejorase indudablemente la calidad visual de los españoles.