Salvat invita a asistir a 'Las XII pruebas de Astérix'
Brillante nueva edición que incluye, además de cuarenta ilustraciones inéditas y un texto nuevo, una carta de Uderzo a los lectores.
Aquí va una de Salvat y sus romanos con el álbum más divertido del irreductible galo y Las doce pruebas de Astérix. Brillante nueva edición que incluye, además de cuarenta ilustraciones inéditas y un texto nuevo, una carta de Uderzo a los lectores. Carta tan espléndida como tierna, nos sumerge en el retorno del tiempo vivido y carcajadas por generaciones, algo así como la suma de cuarenta años. En Las doce pruebas de Astérix, Julio César quiere acabar con la irreductible aldea gala que se le resiste desde hace tiempo, así que obliga a sus vecinos a elegir a dos representantes que deberán superar “doce pruebas de las que solo los dioses podrían salir victoriosos”
Con estas premisas nos situamos en el inicio de la aventura por los habitantes de esta pequeña aldea gala que se encuentra rodeada de tropas romanas a las que se niega entregarse, pues el resultado significaría terminar con el placer de vivir sobre fortuna ambiental para caer en manos del consumismo de la Roma imperial. Por heredad la resistencia, con la astucia e ingenio de Astérix más la fuerza descomunal de Obélix y su perrito, los romanos son descalabrados en un periquete, tanto, que los totalitarios dueños del mundo los consideran unos dioses.
Y el César, preocupado al ver que su prestigio peligra decide parlamentar con ellos. Por lo que les propone someterlos a las doce pruebas que superó Hércules y que le valieron ser admitido en el Olimpo. Y si no las superan tendrán que rendirse y ponerse en las manos de Imperio totalitario, es decir su ruina total, la pérdida de su paraíso. Luchemos contra Julio César deciden, votación democrática para los combates con Astérix y Obélix y la ayuda del ingenio de la poción mágica de Panorámix.
La prueba del lanzamiento de la jabalina es pan comido para Astérix que descubre el truco del lanzamiento. A todo esto en Roma el César está que trina con una derrota tras otra, por lo que le prepara una jugarreta con las sensuales sacerdotisas y su seductor manjar exquisito para disfrutarlo con placer, que los esperan con sus mejores descotes en la Isla del Placer con música y bienvenida provocadora.
Si no las superan, se rendirán; si las superan, Julio César se pondrá en manos de los galos. Y es que Julio ignora que los dos elegidos son de nuevo Astérix y Obélix, y ya conocemos como se las gasta esta pareja del chico y el grande. Y así, entre la fuerza descomunal de uno y la astucia y agilidad mental del otro, las pruebas se van superando sin apenas ahogos o desasosiegos, mientras el César la pasa canuta hasta que llega al final de las doce pruebas.
Y como un jefe de estado íntegro, de los que no se llevan mucho en la actualidad, esos a los que le gusta la ajeno -, “se desprende de su corona y la arroja al vacío. La corona cae en la arena, justo a los “pies de los galos que se han agrupado sonrientes en el centro” Entonces el ejemplar César, se retira a una pequeña villa romana a cuidar de su jardín. Le acompaña Cleopatra que resulta ser una exquisita cocinera. ¡Envidiable retiro sin tener que robar a manos llenas!
El álbum contó con una adaptación cinematográfica en el año 1976, que se considera como una de las mejores en formato animado. En el año 1974, Goscinny (co-fundador) dirigió y escribió el guion de una película sobre Astérix el galo que no estaba basado en un álbum previo, sino en una historieta en la que estaba trabajando. El álbum fue publicado a posteriori de la película (en lugar de lo habitual).
