Un sacerdote argentino se suicida tras ser acusado de abuso de menores

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Eduardo Lorenzo, sacerdote. / RR SS.
Las vejaciones cometidas por Eduardo Lorenzo fueron cometidas contra jóvenes de entre 13 y 15 años cuando este trabajaba en dos localidades cerca de La Plata.
Un sacerdote argentino se suicida tras ser acusado de abuso de menores

El lunes por la noche fue hallado el cuerpo del sacerdote Eduardo Lorenzo, quien presuntamente se disparó tras anunciarse su arresto por abuso de menores. El hecho ocurrió en las dependencias de Cáritas en La Plata donde se alojaba el azorbispado. Lorenzo estaba siendo acusado por corrupción de menores y abusos sexuales contra cinco jóvenes.

Ante los hechos, el azorbispo de La Plata dijo que Lorenzo se quitó la vida luego de "largos meses de tensión y sufrimiento", pidió que oraran por él pero omitió hablar sobre el tema de los abusos contra menores. La otra cara de la moneda, las víctimas, aseguran que su muerte no repara los daños y critican la lentitud de la justicia argentina.

Los presuntos abusos habrían sido cometidos entre 1999 y 2001. La primera denuncia ocurrió en 2008, pero el caso fue archivado debido a la falta de pruebas, según dijeron las autoridades de una país con fuerte raíces católicas. Este año el caso fue abierto nuevamente debido a dos nuevas denuncias de parte de dos hombres que hablaron de los "juegos sexuales" que Lorenzo realizaba con monaguillos de entre 13 y 16 años.

Una de las víctimas incluso ofreció una rueda de prensa donde habló de los 20 años que guardó silencio sobre los abusos que había sufrido y que cuando leyó en la prensa sobre la primera denuncia, este se vio sumergido en una profunda crisis. "Quiero que mis hijos puedan ver cómo su padre lidió con dos años y medio de abuso". Asimismo, habló de cómo el sacerdote lo recibía desnudo en su cama y que cada viermes organizaba cenas para jóvenes como él.

Luego de esto, otras dos víctimas denunciaron nuevos abusos, algo que obligó a la fiscal platense, Ana Medina, la misma que archivó el caso en 2008, reabrir el caso y pedor a la jueza Marcela Garmendia la detención inmedista de Lorenzo. Semanas atrás la jueza ordenó al sacerdote que se le realizara un peritaje psicológico. Los expertos concluyeron que Lorenzo poseía una personalidad con "características de manipulación, elevado autocentramiento y egocentrismo, con escasa autocritíca y autoobservación impregnada por rasgos narcisísticos". Estos agregaron que en más de una ocasión el cura intentó intimidarlos alzando la voz.

La jueza ordenó la prisión provisional, pero Lorenzo terminó con su vida antes de que se emitiera la orden. Loa abusos, que ya no serán juzgados, fueron cometidos cuando el cura trabajaba en la Iglesia San José Obrero de Berisso y en la parroquia Inmaculada Madre de Dios de Gonnet. En los últimos años fue capellán del Servicio Penitenciario Bonaerense, donde trabó amistad con Julio César Grassi, un sacerdote que cumple una sentencia de 15 años de prisión por corrupción y abusos sexual de menores.

En un comunicado, el arzobispo de La Plata Víctor Manuel Fernández, habló sobre el sufrimiento de Lorenzo, pero no se refirió a las víctimas. Dichas palabras enfurecieron a las víctimas, que contestaron por medio de la Red de Sobrevivients de Abuso Ecléciastico de Argentina, con un comunicado donde expresaban que la muerte de Lorenzo no era justicia, aunque si demostraba que los denunciantes decían la verdad.

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