¿El pueblo español se ha equivocado?

Vista general del Hemiciclo del Congreso de los Diputados. / congreso.es
Vista general del Hemiciclo del Congreso de los Diputados. / congreso.es

Si algún papel en el mundo tiene el pensador-filósofo, es atreverse a percibir la realidad, tal cual es, y no solo como le gustaría que fuese.

¿El pueblo español se ha equivocado?

Ya sé lo de la voluntad general de Rousseau y las teorías de Montesquieu, Locke, Spinoza y otras docenas de pensadores, filósofos, y además, otras docenas que quizás, usted no conozca, pero la pregunta sigue en pie, dicha con todo respeto, dicha sabiendo que yo soy y formo parte del pueblo: ¿podemos pensar que el pueblo, de forma significativa, se está equivocando, una vez y otra, en estos últimos años, meses, etc.? ¿No solo en los discursos que realizan en la calle, en los bares y tascas y tabernas, sino en las elecciones de sus votos y votaciones, en su corazón-intención-fines-intereses-recuerdos?

No digo en todo, ni en todos los campos,  pero sí en un grupo o sector de decisiones sociopolíticas y socioconceptuales, pero no solo ahora, en estos últimos cinco años, sino quizás en un tiempo anterior, lamentablemente dentro de la democracia, que es cuándo y dónde ha tenido su voluntad algún peso.

En ningún caso, nadie piense que se está defendiendo una no-democracia, sino todo lo contario, sino una democracia, y ésta dentro de los fundamentos de los Derechos Humanos de 1948, y también en una moral individual y colectiva, dentro de los parámetros, de la ética occidental que ha estado vigente durante siglos, al menos, una ética mínima universal.

Si algún papel en el mundo tiene el pensador-filósofo, es atreverse a percibir la realidad, tal cual es, y no solo como le gustaría que fuese. Este es un enorme ejercicio, que no todo el mundo es capaz de soportar y se trata de plantearse constantemente si sus propios datos son ciertos, si sus propias ideas son verdaderas.

Y uno de los planteamientos es si el pueblo se ha equivocado en sus opciones políticas y si los estratos dirigentes de la sociedad, no solo políticos, sino también sociales-culturales-ideológicos-económicos, etc., también se han equivocado en cuestiones graves.

Por un lado, el pueblo o parte de él, no está tomando opciones sociopolíticas, realistas, prudentes, sino diríamos llevado por niveles irracionales y emocionales, demasiado fuertes. Sean por rencores-ideas-traumas-heridas del pasado, que han sido heredadas en su seno familiar, desde hace ochenta años, o sea por situaciones concretas que les hayan sucedido en estos últimos diez años, o sean por convicciones ideológicas semiracionales, que no son suficientes realistas o prudentes, o sean por utopías o ideologías futuristas, que parecen correctas, pero que son demasiados utópicas, o sean por otras razones, o combinaciones de ellas.

Sea por lo que sea, un sector del pueblo, no ha sido demasiado prudente y racional y realista, siguiendo los grandes parámetros de la realidad mundial, de la realidad que el saber científico social nos ofrece, y se ha ido, por los motivos que sean, hacia situaciones, que al final, ponen el país-sociedad-Estado bajo la espada de Damocles. Y ahora, nos encontramos en la situación que nos hallamos…, y sobretodo la que nos podemos encontrar.

Por otro lado, los estratos que dirigen la sociedad-país-Estado, que lo gestionan, sea a la sombra, o como gran representación, no han tenido la conciencia, de que hay que enseñar al pueblo, de verdad, con realismo y con el saber ortodoxo, valiéndose de la enorme acumulación cultural y científica existente, valiéndose por cientos de cabezas, que ocupan cátedras en todas las universidades de esta sociedad, lo que de verdad, es la economía, la política, la sociedad, la realidad mundial, y del mediterráneo.

Dicho de otro modo, se ha tenido a la sociedad, dándole pan y circo, en las formas actuales, y no se les ha educado o enseñado en la realidad, y en la interpretación modesta y correcta de la realidad. A eso se ha añadido, por no enseñar la realidad histórica, geográfica, realidad actual y mundial, a que parte del pueblo y de la clase dirigente regional, se ha embarcado en el sueño y la utopía, del divorcio del Estado, es decir, en la segregación.

Para terminar, el pueblo se ha equivocado o se está equivocando, sea por unas ideologías o sea por otras, y al pueblo no se le ha enseñado y educado un mínimo de verdad realista, según los saberes de ciencias sociales actuales, y según la oportunidad mundial

Bueno sería que ambos estratos sociales rectificasen y rectificásemos.

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