Recordando a las españolas que se bañaban en ropa interior en la playa
El autor se pregunta ¿qué diferencia a las mujeres españolas que, en los años 50-60 eran vistas como "normales" o "habituales" con su velo en la cabeza durante la misa o con sus enaguas en la playa en lugar de un bañador, de las musulmanas que en el siglo XXI utilizan el burkini en una playa?
Por razones de edad, recuerdo mujeres que, en las playas de la ría de Arousa -como en otras de Galicia y España-, se bañaban con la misma ropa interior que, una vez seca "ao lombo", se volvían a poner debajo del vestido con el que regresaban a casa.
No hace más allá de sesenta o sesenta y cinco años. Y no era una cuestión religiosa o de urbanidad, sino algo mucho más simple: no tenían capacidad económica para comprarse un bañador. Esas mismas mujeres podían, sin embargo, adquirir un velo con el que asistir a los oficios religiosos (hacerlo sin él significaría un escándalo e incluso merecería -según fuese el sacerdote oficiante- una llamada pública de atención por parte de este).
Sesenta o sesenta y cinco años más tarde, un policía francés obliga a una mujer musulmana, a desprenderse del burkini con el que se bañaba en una playa gala. Al mismo tiempo, se abre un amplio debate en torno a la conveniencia o no del uso del burkini por las mujeres de creencia musulmana que, porque así lo desea, no quiere renunciar a su seña de identidad religiosa en un país laico como es Francia.
En España, aunque se diga lo contrario, miramos con cierta prevención a la mujer que nos encontramos en la calle con ropas que la identifican como musulmana.
Por las mismas razones de edad a las que aludo al principio, recuerdo los tiempos en los que en Irán las mujeres acudían a las universidades y vestían a la europea. Eran los tiempos del Sha de Persia. Y bastantes años más tarde, también la mujer iraquí o libia asimismo ataviadas con ropas occidentales acudían a los centros universitarios con la misma confianza en lo que hacía como podían acudir a sus facultades en universidades españolas las estudiantes de aquí. Eran los tiempos de Sadam Husseim y Muamar El Gadafi, declarados posteriormente enemigos de Occidente.
¿Qué diferencia a aquellas mujeres españolas que, en los años 50-60 eran vistas como "normales" o "habituales" con su velo en la cabeza durante la misa o con sus enaguas en la playa en lugar de un bañador, de las musulmanas que en el siglo XXI utilizan el burkini en una playa o ropas largas y velo en la cabeza cuando salen a la calle en España o Francia, o cualquier otro país europeo?. ¿Simple distancia en el tiempo?.
La diferencia cultural y un tiempo que se ha parado para las musulmanas. Estas, como sin querer, hacen lo que les place. Han sido educadas así y así se comportan. Nosotros no comemos con la mano, utilizamos cubiertos. Del mismo modo, los orientales emplean palillos, o los coreanos comen perro (algo que a nosotros no se nos pasa por la cabeza). Pero comemos pulpo, algo que en los países nórdicos europeos no conciben. Es consecuencia de la diversidad cultural. Y del mismo modo que podemos acudir a una playa nudista con absoluta tranquilidad, no vemos con buenos ojos que una mujer que practica la religión de Mahoma tape la práctica totalidad de su cuerpo y no exhiba este públicamente porque considera que atenta contra su modo de ser, de entender la vida (su vida) y de actuar, en principio, como nuestras madres lo hacían para asistir al rosario, a la novena, a un tríduo, a una misa o a una procesión.
Si solo es una cuestión cultural ¿por qué no las dejan en paz con su razón de ser y estar, siempre y cuando no intenten obligarnos a seguir sus dictados aquí, en el país al que ellas llegaron hace unos años? Como sin querer, que sean ellas mismas. Y si alguien en Occidente opta por imitarlas, es su opción. Siempre que lo sea en libertad y no por imposición. Ni de los unos, ni de los otros.