La receta por marca promueve y consolida a la industria farmacéutica nacional
El uso de la marca fortalece a las empresas que más invierten en investigación y que realizan todo el complicado desarrollo científico de los medicamentos originales.
Podemos señalar que en nuestro país, más del 70% de las unidades de medicamentos ya están a precio de genérico, por lo que para el SNS y el paciente desde un punto de vista de ahorro, es irrelevante si la prescripción se realiza por principio activo o por marca. Pero en cambio ya no pasa tan desapercibido si el análisis lo hacemos desde el punto de vista de la seguridad y adherencia del paciente o desde un punto de vista de la viabilidad de la industria nacional.
El uso de la marca fortalece a las empresas que más invierten en investigación y que realizan todo el complicado desarrollo científico de los medicamentos originales, pero también a otras compañías, muchas de ellas de ámbito nacional, que llegan a acuerdos de licencia con aquéllas.
Las compañías farmacéuticas que registran medicamentos de marca son, en definitiva, las que generan el progreso de la terapéutica. En estas circunstancias, resulta mucho más recomendable la elección de la marca como una forma de estimular el avance científico, el cual termina reportando beneficios a pacientes e industria innovadora.
El sector farmacéutico ocupa la segunda posición entre todos los sectores en cuanto a gastos e inversiones en I+D. Se da la circunstancia que las compañías que más recursos destinan a I+D, son las innovadoras.
La identificación de los medicamentos descubiertos, desarrollados y comercializados se realiza a través de una marca. Las limitaciones a la utilización de medicamentos de marcas lesionan a las compañías innovadoras al disminuir los recursos necesarios para mantener su viabilidad.
En definitiva, la prescripción por marca lleva al precio menor en todos los casos, puesto que el medicamento original de marca está a dicho precio, pero aún si no lo estuviera, entonces operaría la sustitución, que garantiza el ahorro. En estas circunstancias, se puede concluir que la prescripción por marca no lleva a un mayor precio ni para el paciente ni para el SNS.
