Réquiem miamense por el PSG
Desde el calorcito de la Capital del Sol, mi amigo Obdulio se muestra absolutamente convencido de que París y el fútbol no ligan. Y yo... no sé qué decir.
Me encuentro con Obdulio a la salida de un bar de la Calle 8, en el corazón de la Pequeña Habana, y sin darme tiempo a saludarlo, me dispara:
-¡Qué clase de abusadores esos tipos del Madrid! Hicieron natilla de fresa al PSG. ¡Eso no se les hace a los parisinos, chico!
Mi amigo se refiere al reciente partido de la Champions entre el Real Madrid y el Paris Saint-Germain. Por una de esas cosas de la vida, en los últimos años el fútbol le ha robado protagonismo al béisbol entre los cubanos a ambos lados del Estrecho de la Florida. Pero yo no estoy para disquisiciones futbolísticas a esta hora y trato de hacerme el loco.
-¿Por qué no, Obdu?
-¿No te das cuenta? París es Debussy, Monet y Rodin. Es Montmartre, el Sena y los Campos Elíseos. La Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y Notre Dame. Y también el Louvre, la Mona Lisa y la Venus de Milo. En fin, es todo eso y mucho más... menos fútbol.
-¿Y…?
-¿No te das cuenta? ¡La Ciudad Luz y el fútbol no pegan! Así de sencillo. Por eso es fácil caerle a pescozones al PSG y dejarlo tirado en la cuneta. Fíjate que es el único equipo “grande” que tuvo que añadir el nombre de otra villa para que la cosa le cuadrara. Es que nadie va a París a ver fútbol, chico. Si acaso, ciclismo.
-¿Y por qué el ciclismo?
-Por el Tour de France, claro. Aunque lo que menos le preocupa a la gente es ver a los ciclistas. Lo importante es llenarse los ojos con las vistas de la capital francesa.
-¿Entonces…?
-El PSG nunca va a ganar una Champions, brother. París no está hecha para esas rudezas.
Y, sin más, mi amigo se va tarareando La Vie en Rose.
Me pregunto para qué diablos la Ciudad Luz tiene un equipo de fútbol entonces, pero me cuido de decírselo a mi amigo.
Después de todo, el Obdu siempre tiene la razón. @mundiario
