Tres razones por las que Belle Époque es una obra maestra del cine español

Belle Époque. / Imagen promocional (1992)
Belle Époque. / Imagen promocional (1992)

El Festival de Málaga que ha dado comienzo el viernes 17 de marzo y se extenderá hasta el domingo 26, le rendirá homenaje eligiéndola como Película de Oro del certamen.

Tres razones por las que Belle Époque es una obra maestra del cine español

Muchos se acordarán de Fernando Trueba por ser ese director español bizco que una vez dijo “Nunca me he sentido español” y que a partir de entonces el público le dio la espalda. Pero Trueba, madrileño de nacimiento, fue el tercer director español en levantar la preciada estatuilla del Óscar con la película Belle Époque en 1992 al ganar en la categoría de Mejor Película extranjera. Antes incluso de que la ganase Pedro Almodóvar con Todo sobre mi madre en 1999.

Tenemos un extraordinario director y español, lo quiera él o no, que la presente edición del Festival de Málaga de Cine Español rendirá homenaje a su obra maestra llamada Belle Époque.

El Festival de Málaga ha dado comienzo el viernes 17 de marzo y se extenderá hasta el domingo 26. En esta edición, la número 20, se rendirá homenaje a la película de Trueba en el 25 aniversario de su estreno eligiéndola como Película de Oro del Festival.

Las 3 razones

1. Por ser una película multipremiada

Esta comedia estrenada en 1992 que ganó el Óscar a la Mejor película extranjera también se llevó 9 premios Goya: mejor película, director (Fernando Trueba), actriz protagonista (Ariadna Gil), actor de reparto (Fernando Fernán Gómez), actriz de reparto (Chus Lampreave), guión original, fotografía, montaje y dirección artística.

La historia es una comedia romántica de enredo ambientada en un pueblo español de 1931, una época en la que la monarquía tocaba a su fin con Alfonso XIII como el monarca Borbón en retirada, año en el que da comienzo la Segunda República.

Miriam Díaz Aroca, Ariadna Gil, Penélope Cruz, Maribel Verdú.

Miriam Díaz Aroca, Ariadna Gil, Penélope Cruz, Maribel Verdú.

2. Porque todos los personajes están impecables

Divertida en sus 108 minutos, no hay personaje que no esté impecable. El más flojo, como de costumbre, Jorge Sanz que en las escenas que comparte con el grandioso Fernando Fernán Gómez, se perciben aún más si cabe sus carencias como actor. Pero nadie como Sanz para representar a ese chico desertor con cara de bueno y mirada lasciva.

Los personajes de Belle Époque no son simples arquetipos, si bien no conoceremos hasta el más mínimo detalle, los guionistas sí lo saben y nos muestran lo necesario para ser seducidos por todos ellos a medida que avanza la trama. Aunque no se puede negar que se lanzan ciertas ideas político-sociales en el filme, como que la izquierda republicana es liberal, refiriéndome aquí al comportamiento alejado de modelos estrictos, en contraposición con la derecha monárquica y religiosa ceñida a un estilo de vida de rezo y rectitud que impide conseguir lo que quiere al personaje interpretado por Gabino Diego, soberbio también, como siempre por otro lado.

Pero lo que consigue Trueba junto a los otros dos guionistas, Rafael Azcona y José Luis García Sánchez, es que el espectador se enamore de todos los personajes, independientemente de su posición política en esa España previa a la Guerra Civil que seguro ninguno de los personajes se esperaba. Unos personajes que no se disputan la razón sino que viven en armonía, una armonía solo rota por el amor-desamor, pero no por la política.

Y desde luego no me discutirán que las cuatro actrices que interpretan a las hijas no realizan uno de los mejores papeles de su carrera: Miriam Díaz-Aroca (¿por qué no ha habido y hay más papeles para ella?), Ariadna Gil (nunca se ha presentado a un personaje transexual de una manera más natural), Maribel Verdú (encantadora en esta comedia, ella que suele obtener más papeles dramáticos, ¿por qué?) y Penélope Cruz (aún sin operaciones de cirugía estética y a sus tiernos 18 años –ese mismo año estrenaba también Jamón Jamón- está divertidísima en su papel de hermana pequeña).

3. Por un guión perfecto y un estilo muy teatral

El film es verdaderamente delicioso y se caracteriza por un planteamiento muy teatral en la presentación y disposición de los personajes en el espacio. Y hay tantos y tan variopintos que el aburrimiento no entra entre los adjetivos para describir a esta película.

El guión es de manual: presentación-nudo-desenlace y dos puntos de inflexión marcados por la presencia femenina, primero la llegada de las hijas y luego la llegada de la madre.

Belle Époque será este año no una película sino también un libro: Belle Époque. Una película de Fernando Trueba, escrito por Luis Alegre y editado por el Festival de Málaga. Se trata de la primera monografía que se publica sobre Fernando Trueba. El volumen detalla la historia y las claves de la película y, también, traza una crónica de la vida del director.

Belle Époque será por siempre un clásico del cine español.

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