Querido miedo, relatos sobre el paso del tiempo, el amor y la juventud

El pasado día 15 de diciembre tuvo lugar en la librería Códex (Orihuela) la presentación del libro Querido miedo, del escritor Jesús Zomeño.

Editado estupendamente por Sloper (Palma de Mallorca), ofrece una ilustración de portada realizada por Javier Gella, en la que puede apreciarse un elaborado  retrato de Eduardo Benavente, quien fue cantante, guitarrista y líder del grupo Parálisis Permanente. El libro contiene dos ilustraciones: “El Sena de las mujeres”-que abre el volumen-, cuyo autor es Raúl, y “Verano entre vampiros” –que cierra dicho volumen- de Miracoloso.

La presentación corrió a cargo de José Manuel López Serrano, de quien guardo muy buenos recuerdos, porque hace años fuimos compañeros de trabajo, y porque surgió entre nosotros una buena amistad.

José Manuel, con el afecto y la simpatía que le caracteriza, comentó ante el público que “Jesús celebra aquel mundo en que todo estaba por descubrir, desde la ingenuidad de los últimos días de la EGB a finales de los años setenta hasta el pasado más cercano, y es aquí que encontramos historias que nos son comunes, que bien podrían parecernos calcadas de nuestras propias vidas”.

Por su parte, Jesús Zomeño hizo unas  reflexiones de mucha hondura, afirmando que Querido miedo “es el último paso antes de la adolescencia…es el salto hacia el miedo; lo que iba a ser en definitiva mi adolescencia”. Dijo asimismo que estos relatos conforman una novela, y que los escribió cuando tenía tan sólo veinte años. Los encontró en un cajón y decidió rescatarlos y perfeccionarlos.

Explicó que el hilo conductor de este libro es el paso del tiempo, y que  los dos grandes temas son el amor y la juventud. Aclaró, además, que se establecen aquí dos tiempos paralelos: la trágica muerte de Benavente y la vida del joven protagonista.

Al finalizar su intervención se estableció un breve coloquio entre el autor y los asistentes. Estuvieron presentes, entre otros,  José Alberto Pardines, los escritores Juan Carlos Lozano, Javier Catalán y José Luis Zerón que, con acierto, indicó que el azar está muy presente en la obra de Zomeño, a lo cual el autor asintió confirmando que el azar siempre le ha impresionado.

Quiero resaltar unas frases que corresponden al relato que lleva por título “El mapa”; las mismas que leyó Jesús Zomeño ante el público, ya que  resultan muy entrañables:

“Siempre olvidaba dejar las zapatillas a un lado de la cama, porque dejó de importarle el futuro, lo que hubiera más allá de sus ganas de ir al baño a medianoche. Dejó de prevenirse de que se le enfriaran los pies al levantarse. Llegó a dibujar el mapa sobre el suelo de su dormitorio, como si se tratara de un laberinto, pero después no pudo salir, no pudo llegar a la puerta.”