¿Qué es la escripofilia?

Documentos antiguos. cctvradio.com
Documentos antiguos. / cctvradio.com

No se asusten. Léanme y satisfarán su curiosidad.

¿Qué es la escripofilia?

Escripofilia procede del latín  “scriptus”-escrito, texto- y de la voz griega  “philos”, amigo; la palabra inglesa “scrip” significa certificado de acciones que proporciona título de propiedad. En suma, la escripofilia podría definirse como coleccionismo de documentos relacionados con el dinero, que ya están fuera de la circulación.

Esta modalidad de coleccionismo surge cuando acciones, bonos y documentos similares desaparecen físicamente, sustituidos por anotaciones contables y comienza a desarrollarse en Alemania en 1976, tras la publicación de dos catálogos de venta, uno de bonos emitidos por China y Rusia antes de la revolución y otro de títulos de empresas ferroviarias. En 1978 se realizaron las primeras subastas públicas -Sothebys, Christies y Philips- en Suiza, Holanda, Nueva York y Alemania. En 1983 se estimaba en 30.000 el número de aficionados a la escripofilia.

El escripófilo se centra en un tipo concreto de títulos, ya sea por sectores económicos –minero, eléctrico, ferroviario, financiero, espectáculos-, categorías –acciones, obligaciones, billetes, bonos, letras-, calidad artística, países o  períodos históricos.

El coleccionista, a la hora de elegir, considera detalles como:  antigüedad, conservación, rareza, calidad del papel, belleza del grabado y diseño, identificación de los grabadores,  existencia de firmas autógrafas de personajes históricos,  entre otros.

En los años setenta y ochenta del pasado siglo,  bancos y cajas de ahorro  españoles destruyeron millones de documentos, a partir del momento en que legalmente fueron sustituidos por anotaciones contables; por lo tanto, quienes se dedican a la escripofilia  colaboran en la conservación de nuestra historia financiera, dada la escasa sensibilidad de las grandes empresas.

A finales de los ochenta me aproximé a la escripofilia y, tras un período de compras sin criterio concreto, opté por los documentos relacionados con el sector financiero español. Así, durante más de treinta años, he ido reuniendo “papeles” diversos: acciones, obligaciones, billetes, folletos, revistas, memorias, reales órdenes, letras de cambio, partes de fundador, extractos de inscripción, pólizas de crédito, conocimientos de embarque, warrants, manuscritos, etc.

Simultáneamente, fui documentando cada “papel” con una breve referencia sobre la institución creadora del mismo, sus gestores, avatares y características jurídico-económicas del documento, entre otros aspectos. En 1999, decidí dar forma a esta peculiar  visión de la historia de nuestro sistema financiero a través de sus documentos más representativos, y publiqué mi primer libro: Una historia de la banca española a través de sus documentos.

Esta infrecuente modalidad de coleccionismo me llevó a escribir y, con ello, a cumplir un sueño juvenil. Hoy, disfruto de una jubilación gratificante, dedicado a la investigación sobre temas históricos diversos, al coleccionismo y a dejar constancia cada semana en estas páginas digitales, de mis inquietudes, forma de ver la vida y opiniones.

¡Gracias a ustedes, lectores, y a la escripofilia! @mundiario

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