La publicidad engorda a los niños
Nuevas investigaciones demuestra como las industrias de los alimentos se valen de la publicidad para ejercer cierto control sobre las mentes infantiles.
Un nuevo estudio publicado en The Lancet arroja la siguiente conclusión: “Los niños gordos son una inversión en ventas futuras”. La revista le dedicó su última edición a la obesidad infantil y se encargó de señalar el factor gigantesco que están ejerciendo las industrias de los alimentos en las mentes de los niños a través de sus publicidades.
El estudio señala que la TV y el Internet, engordan. Así de sencillo, una enfermedad que acorta la esperanza de vida y resulta en graves problemas durante toda la vida de los jóvenes, es reproducida y esparcida a través de las publicidades que los niños ven en las pantallas.
Al año, los niños reciben unos 75.000 impactos de mensajes que le dicen que compren y coman un producto que, por lo general, no es saludable. Para que las publicidades tengan éxito, las compañías se valen de asociaciones emocionales positivas, obsequios o regalos y además, de mentiras al asegurar que el producto es sano, cuando es todo lo contrario.
La mayoría de las empresas utilizan publicidad engañosa mostrando uno de los ingredientes de sus productos que son supuestamente sanos. Sin embargo, los especialistas señalan que esos minerales o complementos, son innecesarios y solo los utilizan para embellecer el producto. Según el estudio, el 80% de los productos que se valen de esa treta, son los alimentos menos sanos y seguros para el consumo.
Un niño de entre seis y doce años, ven al día 25 anuncios de productos como helados, galletas, bollería o cereales azucarados; que representa el 75% de productos insanos y bajos en nutrientes. Según lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sería necesario retirar de las pantallas tres cuartas partes de los anuncios mostrados porque no cumplen con los criterios idóneos.
Un estudio publicado en Gaceta Sanitaria, demuestra que los productos menos saludables son digeridos por la población infantil; el 82% de los anuncios de alimentos procesados con altos niveles de grasa y azucares están dirigidos a los niños; esto es constatado con el apenas 33% dirigido a los adultos.
Los análisis demuestran que las personas no comen lo que quieren, comen lo que los anuncios les empujan a querer. Los niños son los más expuestos y fáciles de manipular, que a su vez hacen que los padres cedan y les compren alimentos poco saludables. La publicidad juega un papel importante, ya que es el medio que utilizan las compañías para manipular a los jóvenes y presentan anuncios poco fiables sobre la comida.
