El abuso de los psicofármacos es un fenómeno mundial que va en aumento
El uso abusivo de estos medicamentos es un grave problema de salud pública, y las personas aún no han tomado la suficiente conciencia, explica este especialista en la materia.
En este análisis doy continuidad a mi último artículo en MUNDIARIO, en donde destaco que para el tratamiento de las enfermedades mentales es necesario y determinante conformar un equipo interdisciplinario, en donde el psiquiatra y psicólogo son las piezas esenciales para tratar adecuadamente estas patologías, evitando caer en el consumo abusivo de psicofármacos.
Recordemos que el psicoanalista recurre a los psicofármacos solo en el caso que no pueda llegar al paciente a través de las palabras, únicamente aquí se hace uso de medicamentos para llegar a la reducción de los malos síntomas. En cambio, los criterios que tienen los psiquiatras es habitualmente apuntar a reducir los síntomas de cada enfermedad, ya sean productivos o negativos, mediante la utilización de los psicofármacos específicos y en las dosis adecuadas.
Por ello, y desde mi punto de vista, es fundamental contar con psicólogos y psiquiatras para tener ese margen poblacional con un tratamiento adecuado, brindándoles una mejor calidad de vida; además, considerando la fuerte tendencia de los más jóvenes, quienes los utilizan con fines recreativos, sería importante contar con equipos interdisciplinarios (introducción de otros profesionales de la salud: Farmacéuticos, etc.) que trabajen en las áreas educativas (nivel primario y secundario), con el firme objetivo de hacer llegar el mensaje que estos medicamentos son necesarios para ciertas situaciones o patologías, pero el mal uso o abuso de los mismos puede traer consecuencias nefastas para la salud de los consumidores.
Consejos o sugerencias útiles:
> Evitar siempre la automedicación. No tomar nunca un fármaco de estas características sin el debido control y asesoramiento del especialista;
>No mezclar los psicofármacos con el alcohol ni con otras drogas;
> Nunca aumentar la dosis del fármaco, ni suspender en forma abrupta el tratamiento por su cuenta, así como evitar los olvidos;
> Es importante tener paciencia y creer en el profesional que esté a cargo de su tratamiento; no lo presione si no le prescribe rápidamente un fármaco, a veces, hay medidas y terapias intermedias que ayudan a mejorar la sintomatología y la problemática sin necesidad de la administración inmediata de un psicofármaco; recordemos que no todo se soluciona con medicamentos.
La automedicación, tan común en nuestra sociedad, implica un grave peligro de salud pública; el uso abusivo de los medicamentos es un problema serio y grave, del que las personas aún no han tomado la suficiente conciencia.
El origen, del abuso a los fármacos, está en que no se realiza lo fundamental ante cualquier signo de enfermedad: el diagnóstico. El único profesional capacitado para realizarlo en forma correcta es el médico especialista en cada área, no los familiares, ni los amigos.
El abuso de los psicofármacos es un fenómeno mundial, y está en aumento. Cada día hay más gente que debido a un ritmo de vida acelerado, a la acumulación de tensiones y a la mala canalización de expectativas y sentimientos, puede desencadenar procesos importantes de ansiedad, insomnio y estrés. Es así que para soportar estas tensiones echan mano a “recursos de alivio” que los ayuden a dormir mejor, tolerar esfuerzos y frustraciones; esto, sumado a que cada vez es más fácil el acceso a los fármacos (Internet, ventas fuera de las farmacias, etc.) hacen que la automedicación aumente en forma alarmante.
Por todo lo expuesto parece ser que de la necesidad a un tratamiento adecuado y al abuso, hay un paso, uno muy corto.