El abuso de los psicofármacos es un fenómeno mundial que va en aumento

Productos farmacéuticos. / Juan José Prieto.
Productos farmacéuticos. / Juan José Prieto.

El uso abusivo de estos medicamentos es un grave problema de salud pública, y las personas aún no han tomado la suficiente conciencia, explica este especialista en la materia.

El abuso de los psicofármacos es un fenómeno mundial que va en aumento

En este análisis doy continuidad a mi último artículo en MUNDIARIO, en donde destaco que para el tratamiento de las enfermedades mentales es necesario y determinante conformar un equipo interdisciplinario, en donde el psiquiatra y psicólogo son las piezas esenciales para tratar adecuadamente estas patologías, evitando caer en el consumo abusivo de psicofármacos.

Recordemos que el psicoanalista recurre a los psicofármacos solo en el caso que no pueda llegar al paciente a través de las palabras, únicamente aquí se hace uso de medicamentos para llegar a la reducción de los malos síntomas. En cambio, los criterios que tienen los psiquiatras es habitualmente apuntar a reducir los síntomas de cada enfermedad, ya sean productivos o negativos, mediante la utilización de los psicofármacos específicos y en las dosis adecuadas.

Por ello, y desde mi punto de vista, es fundamental contar con psicólogos y psiquiatras para tener ese margen poblacional con un tratamiento adecuado, brindándoles una mejor calidad de vida; además, considerando la fuerte tendencia de los más jóvenes, quienes los utilizan con fines recreativos, sería importante contar con equipos interdisciplinarios (introducción de otros profesionales de la salud: Farmacéuticos, etc.) que trabajen en las áreas educativas (nivel primario y secundario), con el firme objetivo de hacer llegar el mensaje que estos medicamentos son necesarios para ciertas situaciones o patologías, pero el mal uso o abuso de los mismos puede traer consecuencias nefastas para la salud de los consumidores.

Consejos o sugerencias útiles:

> Evitar siempre la automedicación. No tomar nunca un fármaco de estas características sin el debido control y asesoramiento del especialista;

>No mezclar los psicofármacos con el alcohol ni con otras drogas;

> Nunca aumentar la dosis del fármaco, ni suspender en forma abrupta el tratamiento por su cuenta, así como evitar los olvidos;

> Es importante tener paciencia y creer en el profesional que esté a cargo de su tratamiento; no lo presione si no le prescribe rápidamente un fármaco, a veces, hay medidas y terapias intermedias que ayudan a mejorar la sintomatología y la problemática sin necesidad de la administración inmediata de un psicofármaco; recordemos que no todo se soluciona con medicamentos.

La automedicación, tan común en nuestra sociedad, implica un grave peligro de salud pública; el uso abusivo de los medicamentos es un problema serio y grave, del que las personas aún no han tomado la suficiente conciencia.

El origen, del abuso a los fármacos, está en que no se realiza lo fundamental ante cualquier signo de enfermedad: el diagnóstico. El único profesional capacitado para realizarlo en forma correcta es el médico especialista en cada área, no los familiares, ni los amigos.

El abuso de los psicofármacos es un fenómeno mundial, y está en aumento. Cada día hay más gente que debido a un ritmo de vida acelerado, a la acumulación de tensiones y a la mala canalización de expectativas y sentimientos, puede desencadenar procesos importantes de ansiedad, insomnio y estrés. Es así que para soportar estas tensiones echan mano a “recursos de alivio” que los ayuden a dormir mejor, tolerar esfuerzos y frustraciones; esto, sumado a que cada vez es más fácil el acceso a los fármacos (Internet, ventas fuera de las farmacias, etc.)  hacen que la automedicación aumente en forma alarmante.

Por todo lo expuesto parece ser que de la necesidad a un tratamiento adecuado y al abuso, hay un paso, uno muy corto.

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