Las pruebas de virginidad: una violación a los derechos humanos

Prueba de virginidad. RR SS
Prueba de virginidad. / RR SS

La ONU ha emprendido una nueva lucha para erradicar los test de “pureza” de una veintena de países, al tiempo que les ha considerado “humillantes, dolorosos, traumáticas” y sin ningún valor científico. 

Las pruebas de virginidad: una violación a los derechos humanos

Las pruebas de virginidad no solo son inútiles, sino también una violación a los derechos humanos. Así lo ha dejado claro la Organización de las Naciones Unidas, que ha emprendido una nueva lucha para erradicar los test de “pureza” de una veintena de países, al tiempo que les ha considerado “humillantes, dolorosos, traumáticos” y sin ningún valor científico. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en conjunto con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y de ONU Mujeres han firmado una nueva campaña en la que afirman que para eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en todas partes, es necesario prescindir de esta esta práctica médicamente innecesaria. 

En esa línea, los expertos han explicado que este tipo de pruebas carecen de valor científico. ¿La razón? Sencilla: el estado del himen no es un indicador fiable de que se haya producido la penetración vaginal, tal como apunta el diario español El País.

Para tener una idea más clara, se podrían tener en cuenta cientos de ejemplo, como el caso reciente de una joven de 17 años de Marruecos, que denunció ser secuestrada y violada por 12 jóvenes de su pueblo, en la provincia de Beni Melal. El juez ha encargado un informe para determinar si la joven es virgen, lo cual ha sido condenado por la OMS.

“El propósito de los exámenes médicos tras un ataque sexual debe ser el de evaluar y sanar las heridas y determinar si hay enfermedades de transmisión sexual. El objetivo no debe ser establecer el estado de virginidad”, señala el informe del organismo. 

El documento también señala que existe una veintena de países donde este tipo de pruebas están documentadas: Afganistán, Brasil, Egipto, India, Indonesia, Irán, Irak, Jamaica, Jordania, Libia, Malawi, Marruecos, los territorios ocupados de Palestina, Sudáfrica, Sri Lanka, Swazilandia, Turquía, Reino Unido y Zimbabue. Sin embargo, el estudio también da cuenta de una alerta importante: debido al auge de la globalización en el último siglo esta práctica está emergiendo en países como Bélgica, Canadá, Holanda, Suecia y España.

El asunto es realmente extremo en algunos países. Por ejemplo, en Egipto, un diputado ha puesto sobre la mesa una propuesta que busca que las mujeres se sometan a pruebas médicas de virginidad antes de ser admitidas en la universidad. 

A juicio de la ONU, "poner el énfasis en la virginidad es una forma de discriminación de género". "La expectativa social de que las niñas y las mujeres deben seguir siendo 'vírgenes' se basa en nociones estereotipadas de que la sexualidad femenina debe reducirse dentro del matrimonio. Esta noción es perjudicial para las mujeres y las niñas a nivel mundial", concluye el informe. @mundiario 


 

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