Una propuesta para guionistas: que los personajes lean en las series de TV

La premiada serie americana The big bang theory.
La premiada serie americana The big bang theory.

Animo a los guionistas de series de televisión (de jóvenes o de adultos) a que integren la lectura en los hábitos de sus personajes. Lejos de perder credibilidad, estos ganarían en dignidad.

Una propuesta para guionistas: que los personajes lean en las series de TV

Animo a los guionistas de series de televisión (de jóvenes o de adultos) a que integren la lectura en los hábitos de sus personajes. Lejos de perder credibilidad, estos ganarían en dignidad.

No hay que acudir a los datos oficiales para observar que a lectura está en horas muy bajas. Es suficiente con mirar alrededor o escuchar las conversaciones de calle. Escasean todas esas virtudes que la lectura aporta. Pero si queremos echar un ojo a las estadísticas, estas nos van a confirmar (son los datos que el mes pasado reveló el Centro de Investigaciones Sociológicas —CIS— para toda España) que cerca de cuatro de cada diez personas afirman no leer nunca nada.  Siempre se miente mucho en estas encuestas. Seguro que son bastantes más. Entre dos o tres de cada diez afirma que lee habitualmente. Dejémoslo en dos. O sea, en un 20% de la población, y por ahí andará la cosa en realidad.

Una sociedad en la que solo lee un 20% de la población, camina coja. El mundo digital ha traído mucho despiste en este campo. Una buena parte de los que afirman leer, por ejemplo, en las pantallas digitales de los nuevos dispositivos, lo que suelen hacer es una localización o consulta de datos. Eso no está mal. Localizar un dato cuando hay que localizado. Pero no es leer. Leer es otra cosa.

Leer es penetrar en una historia. Sea de ficción, sea un ensayo,  sea un buen artículo o reportaje periodísticos. Hoy, en los bares, veo que los periódicos están cada vez menos usados... excepto los deportivos. Leer los resultados del equipo no es leer. (Es alegrarse, si ha ganado, pero no es leer). Es solo pillar el dato.

Como combatir esta apatía es la clave del asunto. Se han ensayado muchas fórmulas. Por mis hijos sé que en los centros de estudio se están creando foros lectores, espacios acotados que trascienden las clases de Letras y llevan el peso de la lectura a todas las materias. Esto es un acierto. Leer es la manera de transformar la información (cualquier información) en conocimiento.

Pero aquí quiero proponer otra fórmula: leer en la televisión. Veo, en las series juveniles y también en las de adultos, que jamás a nadie se le da por coger un libro en esas escenas en las que hay un tiempo —llamémosle— muerto, donde esperar por alguien. Nadie lleva nunca un libro bajo el brazo por la calle. O en un banco del parque dos estudiantes jamás conversan sobre una lectura mientras esperan por sus compañeros...

Introducir ganchos así sería, pienso, muy productivo. La serie no pierde credibilidad. Lejos de esto, los personajes ganarían en dignidad. A lo mejor, hasta nos sorprendemos y se ponen de moda leer. Los medios audiovisuales son gigantes contagiosos. Probadlo, guionistas.

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