Prisión incomunicada y sin fianza para el presunto asesino de Diana Quer
La juez considera que José Enrique Abuín es el supuesto autor de un delito de detención ilegal y del "homicidio doloso" de la joven madrileña. Hasta ahora, el Chicle se niega a declarar.
El 2018 llega con sucesos impactantes. Entre ellos, el esperada solución del caso Quer, el cual estuvo archivado un tiempo, pero el secuestro de una joven en los días navideños llamó la atención de las autoridades que lograron vincular lo sucedido con la desaparición de Diana Quer. José Enrique Abuín, conocido como el Chicle, intentó raptar a una joven el pasado lunes en la localidad vecina de Boiro, un delito frustrado que fue denunciado por la propia víctima y precipitó la hasta entonces estancada resolución del caso de la joven madrileña.
Ahora, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ribeira, en funciones de guardia, lo considera sospechoso de la detención ilegal y el homicidio doloso de la Diana Quer, desaparecida el 22 de agosto de 2016 en A Pobra do Caramiñal. Por esta razón, ha sido trasladado a la cárcel de Teixeiro en A Coruña, para cumplir prisión provisional incomunicada y sin posibilidad de fianza, mientras la investigación sigue su curso.
Por su parte, Abuín se ha negado a declarar ante la juez de guardia con relación a todos los delitos que se le atribuyen. Gracias a las palabras de su abogado, José Ramón Sierra, se puede concluir que la defensa optará por tratar de hacer valer la tesis de atropello y homicidio involuntario.
La hipótesis que tratará Sierra es bastante complicada, porque el acusado se prestó a “colaborar” con las autoridades expresando el lugar en donde se encontraba el cuerpo, supuestamente para “mitigar” el sufrimiento de la familia.
Abuín es sospechoso de haber cometido al menos cuatro delitos, además, la juez acordó su ingreso en prisión por entender que existe “riesgo de fuga y de reiteración delictiva” y también para “evitar la ocultación, alteración o destrucción de pruebas”. La razón de por qué deciden incomunicar al presunto culpable, es por el “elevado riesgo de destrucción de fuentes de prueba por parte del investigado, y en particular, de que este pretenda influenciar en la declaración de los testigos de los hechos, lo que podría frustrar el buen fin de la investigación”.
Los informes sobre el cadáver hallado en un pozo, dentro de una nave de Rianxo, indican que se trata de una mujer que estuvo entre sus 18 y 20 años que poseía un largo cabello oscuro. En cuanto a la causa de muerte, según el Tribunal Superior, aún está “a estudio” pero el examen preliminar arroja que “no se han hallado signos de violencia pero sí indicios claros de criminalidad”. @mundiario
