Las primeras vacunas en llegar a Venezuela serán de AstraZeneca, según la OMS
Venezuela toma un leve respiro en medio de su desgaste Mientras la humanidad ya tiene en curso el proceso logístico más grande de su historia, con el cual prevé inmunizar a toda la población del planeta en un arduo esfuerzo por retomar la normalidad del sistema de vida, la crisis sanitaria global se combina con una crisis de larga data en el país donde hoy las condiciones sociales y económicas son las más inestables del continente americano. Justo cuando la pandemia crea una tormenta perfecta en esa otrora nación petrolera, se perfila la llegada del elemento que podría controlar la incertidumbre que arropa a los venezolanos.
“El mecanismo Covax enviará desde mediados de febrero y hasta finales de junio 35,3 millones de dosis de la vacuna anticovid de AstraZeneca a Latinoamérica y el Caribe, incluyendo Venezuela, así como unas 378.000 de la de Pfizer a cuatro países de la región”, informó este martes la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dependiente de la OMS, a través de un comunicado.
Esto implica que al país sudamericano llegará ese contingente de vacunas gracias al sistema de suministro subsidiado que la OPS gestionó desde la sede central de la autoridad sanitaria mundial en Ginebra, Suiza. Consiste en que la OMS compra los cargamentos directamente a los proveedores con los fondos provenientes de los pagos de cuotas y aportes mensuales de los países miembros del organismo, similar a una especie de impuesto de sociedad entre toda la agencia de salud de Naciones Unidas, para luego complementar el presupuesto con sus capitales propios y financiar toda la logística de distribución con cobertura total o parcial, es decir, sin costo alguno para países en crisis como Venezuela.
“La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dijo que 36 países y territorios de Latinoamérica y el Caribe que participan en el Covax fueron notificados sobre esta primera fase de entrega de la vacuna desarrollada por el laboratorio británico AstraZeneca y la Universidad de Oxford”, según un comunicado emitido por la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
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La vacuna de esa compañía británica, desarrollada en colaboración con la prestigiosa Universidad de Oxford (Reino Unido) se caracteriza por ser una de las más avanzadas del mundo, junto con la de Pfizer-BioNTech, en tecnología de transporte de ARN o ‘ARN mensajero’, que consiste en la inyección de fragmentos del código genético del virus con genomas modificados que se insertan en las células para crear proteínas S, las cuales a su vez generan espigas que bloquean la conexión del virus de la covid-19 con el organismo humano.
La OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que “la vacuna AstraZeneca/Oxford debería recibir la aprobación de la OMS para uso de emergencia (EUL, por sus siglas en inglés) en los próximos días”. De esta forma, aumentará el grado de confianza en la vacuna por parte de las autoridades reguladoras de cada país, que tienen la facultad por soberanía de sus Gobiernos de estudiar el fármaco antes de aprobarlo para su uso en la población.
“El inicio de la entrega de vacunas a través del mecanismo Covax es un paso esperanzador en el combate de este virus”, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, destacando “la crisis de salud, económica y social sin precedentes que ha generado, en particular entre los países más pobres”.
Claramente, la estrategia de la organización es reducir al máximo la probabilidad de que surjan focos de corrupción, especulación o centralización en la distribución de las vacunas por parte de las clases políticas de la región, sobre todo en los casos de Gobiernos inestables. De hecho, el suministro de este fármaco a Venezuela le daría a la ONU control para manejar la logística de distribución en coordinación con el régimen de Nicolás Maduro a fin de garantizar la transparencia y la igualdad en la administración de las dosis a toda la población de ese país.
El mecanismo Covax, liderado por la OMS, la Alianza para las Vacunas Gavi y la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI), es una alianza global de actores públicos y privados lanzada en junio de 2020 para la adquisición y la distribución equitativa de vacunas contra Covid-19. “El objetivo es suministrar vacunas para al menos el 20% de la población de cada país participante”, según el Plan Covax de la OMS.
“En Latinoamérica y el Caribe, 37 países recibirán vacunas a través del Covax, de los cuales 27 lo harán con financiamiento propio y 10 lo harán sin costo debido a su condición económica o el tamaño de su población”, dijo la OPS en el comunicado emitido este martes.
Sin duda, este hecho genera alivio para las sociedades en América Latina, pues el profundo malestar e incertidumbre ante la falta de infraestructura sanitaria en la región ahora podría disminuir en la medida que la vacuna de AstraZeneca sea distribuida con una logística viable, por ejemplo, con centro de vacunación según los cronogramas de cada país.
Estos son los países y territorios que fueron notificados el domingo por la OPS sobre la primera fase de entrega de vacunas de AstraZeneca: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bermuda, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, San Cristóbal y Nieves, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Islas Vírgenes Británicas, Jamaica, México, Montserrat, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. @mundiario
