Presentir a los ausentes: textos de Miguel Veyrat, Jaume Plensa y John Banville

Foto de José Luis Gea Arques/ Archivo de J.L. Gea
Foto de José Luis Gea Arques/ Archivo de J.L. Gea

No queda más que admitir que una forma de superar el miedo a la muerte es el refugio de la literatura, pues las palabras son resonancia de los ausentes.

Presentir a los ausentes: textos de Miguel Veyrat, Jaume Plensa y John Banville

  El espejo. O la noche oscura. O la agilidad con la que se desplaza el depredador más entrenado. La belleza incontenible del fuego que se propaga en una inmensidad gris, tan macilenta como la propia ceniza de la que emergerá nuevamente otros signos. Todo lo que poseo se debe a que mi vida es la memoria de un texto que se escribe paulatinamente, con su cadencia incierta, con sus tópicos.

  A veces sucede que unas palabras del poeta Miguel Veyrat me colocan en la consciente encrucijada: "Que vean mi dolor. Esta maldición de caminar, filmar, escribir siempre, cantar siempre el propio ombligo, el propio amor, el dolor propio y desnudo como un gusano. ¿Hay algo desnudo que el cuerpo humano, más indefenso?, sometido a un choque tan solo a cuarenta kilómetros por hora, se destroza. Todo me agrede, todo me sangra, me araña y sino voy con cuidado, un pisotón cualquiera puede aplastarme como a una lombriz.Tengo que construirme una casita en torno, como esos gusanos que emplean los pescadores y que construyen un pequeño bunker personal, debajo de las piedras de los ríos."

  El ojo de un pez. La frágil consistencia de esos filamentos que arman la telaraña. El mástil desprendido de un barco hundido y que ahora es el tótem que se erige en medio de la tribu para que los muertos hablen con los vivos; un ejercicio de ficción tan poderoso como que escriba John Banville:"Los vivos son solo una especie de los muertos, escribió alguien en alguna parte,y una especie rara. Lo creo. ¡Volved,dulces sombras, volved!".

  O quizá que Jaume Plensa en su mundo de figuras y menhires pueda declarar que: "Cada ser humano es un lugar. Cada mujer,hombre,niño,viejo es un espacio habitable en sí mismo que se desplaza y desarrolla; un lugar en tiempo,en geografía,en volumen y en color".

  Que la literatura, querido Miguel, me siga protegiendo.

Textos:

Miguel Veyrat; "Ojo de pez", Madrid, Ediciones Libertarias, 1985, pág.79.

John Banville; "Eclipse", Madrid, Alfaguara, 2014, pág.224.

Jaume Plensa; "Sombras y textos.1990-2007", Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2007,pág. 59.

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