Poca luz y muchas sombras en 'Tu voz entre otras mil', documental sobre Antonio Vega

Antonio Vega.
Antonio Vega.

Abundantes lagunas en la investigación del Vega músico y el regodeo estético en un Antonio Vega adicto,

Poca luz y muchas sombras en 'Tu voz entre otras mil', documental sobre Antonio Vega

Abundantes lagunas en la investigación del Vega músico y el regodeo estético en un Antonio Vega adicto hacen que el interesante film exhiba excesiva superficialidad.

 

Pocos destellos y muchas sombras en 'Tu voz entre otras mil' sobre Antonio Vega. 

La semana en que se cumplen cinco años de la muerte del compositor y cantante Antonio Vega sale a la luz el esperado documental  “Antonio Vega tu voz entre otras mil”, dirigido y escrito por la periodista Paloma Concejero. Críticas positivas, valoraciones negativas y sobre todo grandes decepciones en frentes muy diversos, se alinean a la hora de describir este largometraje.

Pocos destellos y muchas sombras en 'Tu voz entre otras mil' sobre Antonio Vega. La semana en que se cumplen cinco años de la muerte del compositor y cantante Antonio Vega sale a la luz el esperado documental  “Antonio Vega tu voz entre otras mil”, dirigido y escrito por la periodista Paloma Concejero. Críticas positivas, valoraciones negativas y sobre todo grandes decepciones en frentes muy diversos, se alinean a la hora de describir este largometraje.

¿Aciertos y errores en el desarrollo del largometraje?

 La  cinta es una extraordinaria e interesante obra coral en la que a lo largo de más de dos horas se desgrana el recorrido vital de uno de los grandes músicos de nuestro país. De un metraje atípico en un documental dedicado a un cantante español, comienza con su nacimiento prematuro  y salud precaria, y la vivencia de una infancia feliz en el seno de una familia numerosa. Asistimos al retrato de un adolescente raro y complicado  con un altísimo coeficiente intelectual que cultivaba  facetas diversas como la pasión por la física y el cosmos, el alpinismo y la ciencia aeronaútica, para terminar convirtiéndose en un  músico de éxito que vivió  sus últimos 35 años marcados  a fuego por la impronta de la heroína.

Una sugerente amalgama de fotos y filmaciones familiares grabadas en Super 8  del ámbito más personal, entrevistas inéditas,  testimonios intensos de su madre, hermanos, ex mujer, suegra, productores, amigos, banda, miembros de Nacha Pop, grabaciones de su biógrafo Ussía, documentos gráficos, manuscritos y  dibujos, articulan una edición muy cuidada salpicada de imágenes brillantes. Algunas de ellas presentan una extraordinaria calidad artística como las acuarelas del astronauta y otras que rayan el efectismo. Todo ello aparece potenciado por el intermitente magnetismo visual  que va despertando en el espectador la constatación de la degradación física del propio Antonio.

Paradójicamente, siendo un  valioso producto imprescindible como fuente documental  para el conocimiento del personaje de Antonio Vega, sorprende la  existencia de incomprensibles  y abundantes lagunas en la investigación de su valor como músico. Esto hace que el film se resienta enormemente y exhiba una gran superficialidad. Aspectos musicales y creativos que deberían haber sido incuestionables están apenas esbozados, cuando son los pilares del talento de Antonio y  que no sólo lo consagran para la posteridad,  sino que son da la razón de ser del mito.

Este biopic fue financiado mediante crowdfunders, admiradores deseosos  de colaborar en la profundización de  la gran figura del pop española, y que habrán sido defraudados al igual que el círculo de Antonio. Esperaban un retrato del talentoso músico, de su genialidad artística y su sensibilidad  compositiva y se han encontrado un fascinante viaje de ida y vuelta a los infiernos de la droga. “Una pintura negra del lado oscuro del personaje”.

Su hermano, Carlos Vega, ha sido el más crítico con el trabajo de Paloma Concejero, asegurando en diferentes medios que  se sintieron manipulados y engañados al haber confiado ciegamente  y ceder el ingente archivo personal y vivencial a esta producción, aunque en lógicas palabras de Manrique “Cuando te  pones en manos de un biógrafo, estás aceptando su visión personal y su libertad de expresión”. Pero eso no quita que estés o no de acuerdo con el uso más o menos torticero de las partes utilizadas, o su controvertida inclusión en un discurso al menos discutible.  

Antonio Vega, de Nacha Pop a artista de culto

Antonio Vega, autor de la eterna Chica de ayer, hacía tiempo que había traspasado las fronteras de lo estrictamente musical, para convertirse en un icono vivo, un emblema de un momento histórico y mágico de la música y de lo que significó el fenómeno de la movida de los 80. Músico universal , autor de piezas memorables que forman parte de la  historia del pop español, y de la memoria colectiva de una generación, su canonización mediática fue paralela a su perpetuo combate con el lado más salvaje de la heroína. 

Nacido en Madrid en 1957, forma la banda Nacha Pop con su primo Nacho García Vega y se integra en el fenómeno de la movida adscribiéndose  a la facción de nuevaoleros, que los distinguían del resto, al igual  que Mamá y Secretos, por su calidad técnica y musical, una apariencia y letras menos transgresoras y unos parámetros concordantes con la newwave británica.

El primero de sus cinco discos ya  incluiría el que sería su gran éxito 'La chica de ayer' y que se considera himno generacional de los 80  -aunque los de los 80 suelen detestarla por manida y el abuso que se ha hecho de ella-. Estos discos de Nacha Pop constituyen en conjunto y sin lugar a dudas, uno de los mejores testimonios de la controvertida pero cada vez más valorada  aportación musical de la movida  a la historia del pop español.  El grupo se disolvería en 1988 tras una  gira en la que graban un doble en directo que será el único triunfo  discográfico de su carrera.

Antonio Vega debutará en solitario en 1991 y grabará otros cinco discos  enormemente desiguales jalonados de composiciones muy poco meritorias  de su talento y  otras casi épicas, como "El sitio de mi recreo"  Versiones varias, algunas auténticas joyas discográficas,  como la de "Romance de Curro" de Serrat o  "Me quedo contigo" de Los Chunguitos.  En 2005  una voz frágil y enfermiza interpretaba las hermosísimas letras de  '3000 noches con Marga' , el que sería su. quinto y último disco.

Esos años en solitario va afianzando una imagen de outsider genial , cuya decrepitud física  consecuencia de su toxicomanía, presagiaba una muerte  tan próxima que cuando encargan la necrológica a Diego Manrique éste contesta hastiado que llevan una década pidiéndole lo mismo. Esta sensación de inminencia de un desenlace fatal  contribuirá  mediáticamente a consagrarle como mito en vida , lo que contrasta enormemente con el tratamiento que se le daba a Enrique Urquijo, que tampoco aparece en el documental pese a los grandes paralelismos espacio temporales emocionales y estiísticos que comparten.

 Enrique y Antonio, junto a Germán Coppini en menor medida,  forman la tríada de poetas malditos del pop español, pero lo que se perdonaba a Antonio por su condición de genio, todo un maldito niño bonito, era con lo que se golpeaba sin piedad a Enrique, otro genio de alma sensible con problemas parecidos, pero que jamás gozó de esta protección. Antonio era el gran consentido: sabía  utilizar su atractivo  con amigos, compañía, productores, fans, periodistas, editores musicales. A Enrique Urquijo su público le quería con locura, pero a Antonio Vega todos lo idolatraban. Tras muchas idas y venidas en la cuerda floja, el desenlace se produce y fallecerá en 2009 de un cáncer de pulmón.

Carencias fundamentales del documental

Las carencias del documental  a la hora de abordar la faceta musical son ingentes, comenzando por la formación de Antonio como artista, capital en la gestación y el estilo de todos los músicos… No sólo se elimina la intervención de su profesora de música, sino que no hay reseñas a datos tan básicos como los discos que oía en su casa, cuales eran sus grupos favoritos, si tenía o no antecedentes musicales, quien o quienes gravitan en el desarrollo de su  singular estética musical…

Antonio Vega había acusado la influencia de la psicodelia, el rock progresivo o guitarristas de blues antes de caer bajo la magia de la new wave británica que es la que confiere  la  seña de identidad al grupo que formaría… pero asombrosamente ni una mísera mención a nada de esto. Ni una.

El encuadre geográfico y temporal cojea alarmantemente. Antonio Vega es un artista de Madrid, tanto es así que se le ha llamado en inventor del pop madrileño. No hay menciones a su calle, a su barrio, apenas a su ciudad..y muy pocas al contexto en el que surge. Sorprende el poco calado de una ciudad como Madrid, foco rutilante en la época y que apenas aparece mencionada en  el documental . Se rastrea en los murales del Penta, fotografías de Tierno y fondos de algunas salas de conciertos. Tampoco una mención a  la plaza que lleva su nombre a escasos 50 metros del inolvidable Penta.

 Antonio surge como músico por, gracias y para la movida de los 80, fenómeno en el que nace, crece y se consolida como artista y que  hoy se considera el movimiento cultural más importante del último tercio del siglo XX.,  pues bien  las alusiones que hacen  a la movida y sus grupos son mínimas, y donde se explaya un poco, aparecen casi circunscritas a la politoxicomanía de la época.

La génesis de Nacha Pop, el grupo que le dio su sitio como artista apenas está esbozada,  y el desarrollo es muy somero... Ni palabra sobre el tandem mágico que forma con su primo, artífice del sello Nacha ^Pop , simbiosis genial  y original entre los análisis retrospectivos  que desembocaban en baladas cósmicas de Antonio y el animoso y rítmico hedonismo de  Nacho. Las intervenciones de los miembros de la banda  ya mítica  son brevísimas en el largometraje frente a la banda “ contratada” del final de su trayectoria, de mucha menos enjundia y  a la que se dedican largos minutos….

Un capítulo de escasa entidad en la cinta son los cientos de conciertos que ofreció la banda y aunque sí aparecen  los  conciertos de teloneros, apenas referencias a salas ligadas a su carrera y  que eran la principal fuente de sus ingresos..  y lo más importante, injusto y doloroso  es el ninguneo a  la entrega  incondicional de su público que le permitió seguir en la música casi 20 años más...  Poca consideración y gratitud a la fidelidad de sus seguidores que le acompañaron periodos de tragedias, crisis, desgastes vitales y que tragaban con todo, hiciera lo que hiciera. Un público fanático que moría por el, sabía de memoria  todas sus canciones y que le relevaban en sus conciertos cuando Antonio apenas podía articular palabra o rasguear la guitarra ensimismado. 

Como las corridas de Curro Romero, todo compensaba el destello de genialidad de Vega, como se decía de las grandes  faenas del diestro de  Camas, cuando hacía algo  era  tan deslumbrante que “se paraban los relojes” casi un titulo de una canción de Antonio…

Faltan testimonios fundamentales como la de músicos contemporáneos a Antonio, y sobre todo la de los periodistas musicales,  auténticos gurúes de la época,  mucho más importantes que los propios músicos como Jesús Ordovás, Diego Manrique o Julián Ruiz, especialistas de lujo en este período imprescindible de la vida de Antonio… que hubieran hecho un valiosísimo análisis para la posteridad de la importancia real y las aportaciones de Antonio a la historia de la música. No están presentes ninguno de ellos. Tampoco intelectuales de peso que le respetaban  Pero lo más sangrante es que tampoco se aborda la faceta de artista músico, las peculiaridades de sus armonías, sus afinaciones características, su cualidad de intérprete capaz de obtener matices infinitos, ni el proceso de composición.

La eleccion de la banda sonora es correcta, pero tampoco excesivamente conectada al argumento. Nunca llega a emocionar. Salvo la chica de Ayer y el Sitio de mi recreo falta el análisis de canciones  que siguen brillando como destellos al escucharlas como Una décima  de segundo, desordenada habitación, Antes de que salga el sol, entre otras… Curiosamente el único análisis icónico lo hace la madre cuando explica el  enigmático Esperando nada, un testimonio de decepción y depresión ante un éxito que no acababa de llegar como esperaba y merecía. Tampoco una sola mención a la gran calidad literaria de la poesía y la profundidad de sus letras, pobladas de metáforas y verbalizaciones sutiles de sus emociones .  No hay mención a su trascendencia como ´músico y la influencia que dejó en  artistas que le continuaron como Elefantes, Tontxu,  Limones con quien colaboré en el disco Palabra  o músicos mexicanos, ni en modernos poetas urbanos.

Emociones y sentimientos

Pese a que su directora haya declarado: “No he tratado de buscar la sorpresa sino la emoción y creo que la película rebosa emociones y momentos intensos.”  Los iniciados en la música de Antonio critican todo lo contrario.y  sólo  detectan emociones ligadas a la droga , el inmenso amor  madre- hijo y la nostalgia doliente  que impregnan las imágenes familaiaes, que son sin lugar a dudas lo mejor del film..

Se destaca su sensibilidad hacia el espacio, las galaxias, estrellas y los gatos.- pero  muy poco los sentimientos asociados a las creaciones de Antonio, tan importantes para una generación por estar ligados a una década en la que los jóvenes por primera vez en la historia de España fueron dueños de sus vidas y destinos y eligen la música como bandera que enarbolar.  .

Las relaciones sentimentales con sus mujeres tampoco inciden en términos como enamoramiento, complicidad, fidelidad, lealtad, salvo alguna frase de Antonio a su biógrafo Bosco Ussía, parece que había muy poco más que dependencia de ellas y compartir  idas y  venidas de la droga, descontrol, e incluso asombra la complacencia en la madre de su novia fallecida, a la que tanto quería pero que no fue a ver por cobardía en las tres semanas que agonizó en un hospital.

La droga y Antonio Vega  

Lo confiesa el músico en la película: “Empecé a consumir drogas por un estadio de éxtasis o de euforia, la heroína es un lince, experta en desaparecer, en recordarte ‘no se te olvide que yo estoy aquí’. Extrañas anécdotas en el comienzo del film con un Antonio que sesea como andaluz, una entrevista con dos gemelos surrealistas  que se pelean por la fecha y responsabilidad  del inicio de la toxicomanía, dato completamente irrelevante sobre todo porque en  ese mundo y en esa época  las drogas pululaban por todas partes y hubiera llegado a ellas de cualquier modo.

El tratamiento de la drogadicción del cantante es lo que más decepciona a la familia…  No hay una visión demasiado morbosa del tema,  pero sobra tanto metraje. Era toxicómano  y las  relaciones del artista con la droga son ineludibles,  pero no para  eclipsar, como lo hace el film, el genio y la creatividad  de Antonio.  Con el inri de que era innecesario para explicar sus canciones porque en la mayoría no se detectan rasgos autobiográficos, sino descripciónes de sensaciones con cierta abstracción  que  no sólo le conferían un rasgo de  gran  modernidad  sino que provocaba una inmediata  empatía del público.

Esas escenas con caballos...

Sobran esas escenas con caballos en una supuestamente lírica alusión a la heroína, las duras imágenes de los poblados marginales de la droga, jeringuillas por el suelo, suciedad y  desahuciados vagando con el rumbo perdido…-Esa es la historia de cualquier yonkie sin más. De Antonio  con un esbozo inicial hubiera vastado.  

Pero  eso ¿era tan importante? Tal vez para el personaje, no para el músico, autor de inolvidables y personales melodías,  y de una visión intimista y lírica del pop, de letras mágicas que le hizo fraguar una lealtad inquebrantable de un público que le acompañaría desde los 80  hasta después de su muerte. En palabras de su hermano Carlos,  junto a su madre, la voz más válida  y cojherente del  largometraje "La película es el retrato de un drogodependiente que tocaba la guitarra y componía . La grandeza de Antonio como músico no está reflejada en este documental". 

Y es que Paloma Concejero ha hecho un gran trabajo de recopilación, edición y ha sabido captar la fascinación que despertaba el personaje, pero nos cuesta encontrar al Antonio inolvidable e irrepetible que consigue que cuando suenan los primeros acordes de sus canciones, se nos siga  encogiendo el corazón al reconocer "su voz entre otras mil".

 

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