El planeta Próxima Centauri b no puede albergar vida
El año pasado fue noticia el hallazgo de un planeta, de otra galaxia, con características similares a la Tierra y que podía tener condiciones habitables.
Ahora, gracias a la investigación, publicada en Astrophysical Journal Letters, se conoce que es imposible que Próxima b pueda tener y mucho menos acoger algún tipo de vida. Los científicos tenían grandes esperanzas en este cuerpo celeste puesto que es un planeta que se encuentra dentro de una ‘zona habitable’, es decir, en las proximidades de su estrella.
Además, compartía un tamaño similar con la Tierra y pensaban que la superficie podría estar cubierta de un gran océano. El planeta se encuentra a 4,37 años luz de la Tierra; así mismo, se creía que por su localización era posible que tuviera temperaturas que permitieran la existencia del agua, si era así, entonces significaría que era una zona privilegiada dentro de un sistema solar en el que era posible crear vida. Pero ahora los nuevos estudios ha acabado con eso y los científicos tienen que continuar en su búsqueda de un planeta habitable.
Todo es culpa de su estrella
Aunque el agua es vital, la atmósfera también lo es. La estrella, del sistema solar en que habita Próxima b, resulta tener una radiación superior a nuestro Sol y la masa del cuerpo de Próxima b resulta no tener las condiciones para poder soportar semejante radiación.
Según los científicos, las zonas habitables pueden ser de dos tipos, uno, pequeño y rocoso como la Tierra, y el otro gigantesco con campos magnéticos potentes y atmósferas gruesas. De igual forma, hay que tomar en cuenta el clima que rodea a los planetas, esto fue lo que no vieron los científicos cuando anunciaron el descubrimiento de Próxima b, puesto que fue el clima hostil el que pudo haber acabado con toda posibilidad de vida dentro del cuerpo. En el futuro, si desean encontrar un planeta similar al nuestro, los científicos tendrán que observar primero el comportamiento de la estrella que lo rige.
El bloqueo en la búsqueda de un nuevo planeta con vida
Impresión artística de Próxima b. / Wikipedia
Otra posibilidad que estuvieron barajando los investigadores, era centrada hacia las Enanas Rojas, que son estrellas con muy poca masa y con temperaturas inferiores a las de nuestro astro. Las zonas de las Enanas son complicadas, debido a que no son tan brillantes y es difícil poder ver dentro de su sistema, sin embargo, se creía que por sus temperaturas, por debajo de unos 4.000 grados centígrados, era posible que albergara zonas habitables de menor tamaño que nuestro planeta.
Así mismo, con este estudio ya ha quedado demostrado que también es imposible que dentro de esos sistemas haya algún tipo de vida, puesto que las Enanas son propensas a tener erupciones estelares frecuentes, las mismas generan ráfagas de radiación que terminan rompiendo los átomos e ionizándolos. Luego de esto, los restos serían esparcidos por el espacio, dejando partículas cargadas que terminan erosionando la atmósfera, no dejando cabida a la posibilidad de albergar algún tipo de vida.
Los científicos han explicado que aunque es una decepción también es necesario aprender del ensayo y error, para lograr comprender las maravillas que hay en nuestro universo. Además de apreciar al Sol que tiene mucho que ver con la vida de la cual gozamos, puesto que todo el universo está plagado de estrellas, pero muy pocas son tan buenas progenitoras como el Sol.
