La píldora abortiva mifepristona provoca una batalla legal en Estados Unidos

Lucha a favor del aborto. / Twitter @PPact
Lucha a favor del aborto. / Twitter @PPact

El magistrado Matthew Kacsmaryk ha ordenado paralizar la administración del fármaco, mientras que el juez Thomas Rice ha prohibido interrumpir el suministro en 17 Estados y la capital.

La píldora abortiva mifepristona provoca una batalla legal en Estados Unidos

El acceso a la mifepristona, la píldora abortiva más común en Estados Unidos, ha quedado entredicho este viernes tras dos órdenes judiciales opuestas. La primera es la del juez del tribunal de Amarillo (Texas), Matthew Kacsmaryk, nombrado por Donald Trump, quien ha paralizado provisionalmente la administración de esta pastilla que se usa desde el año 2000 para las interrupciones de los embarazos en el país. La segunda es la del juez de Washington, Thomas O. Rice, nombrado por Obama, quien ha ordenado al Gobierno mantener el suministro del fármaco en los 17 Estados que lo han solicitado.

En su dictamen de 67 páginas, Kacsmaryk ha criticado a la agencia de los fármacos estadounidenses (FDA) por “omitir cualquier evaluación de los efectos psicológicos del medicamento o una evaluación de las consecuencias médicas a largo plazo”.

Según el juez, el tribunal “no altera las decisiones de la FDA a la ligera”, pero en este caso, la agencia “renunció a sus legítimas preocupaciones de seguridad basándose en su razonamiento llanamente infundado y estudios que o apoyaban sus conclusiones”. Sin embargo, ha dado una prórroga de siete días la entrada en vigor de su prohibición para permitir al Gobierno presentar una apelación.

Por su parte, el juez Rice daba parcialmente la razón a 17 estados y el Distrito de Columbia. Todos ellos habían presentado una demanda para ampliar el acceso al fármaco. Por ello, ordenó al Gobierno que mantenga el acceso a la mifepristona en esas localidades, todos ellos bajo control demócrata.

“Peligroso precedente”

Según la vicepresidenta Kamala Harris, “permitir que los tribunales y los políticos digan a la FDA qué tiene que hacer es contrario a una buena política de salud pública”. Considera que aceptar la orden del juez texano sentaría “un peligroso precedente”. Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, también condenó este intento “de privar a las mujeres de sus libertades fundamentales” y dijo estar decidido a “combatir” la decisión de Kacsmaryk.

Ahora bien, la orden de este magistrado tiene carácter preliminar, a la espera de que se celebre el juicio sobre la demanda presentada por una coalición de asociaciones médicas nacionales contrarias al aborto y se llegue a una decisión permanente, muy probablemente, en línea del contenido del documento, para confirmar la prohibición.

El grupo antiabortista de Texas Alianza por una Medicina Hipocrática había demandado a la FDA por haber aprobado el uso de esta pastilla. Según la demanda, la mifrepristona “ha hecho que el aborto químico esté más disponible y con menor supervisión médica, lo que hace que más mujeres y niñas experimenten complicaciones, lo que aumenta las situaciones de emergencia”.

Asimismo, datos del grupo de defensa del derecho al aborto NARAL Pro-Choice America indican que si la demanda prospera, otros 40 millones de mujeres en edad reproductiva perderían el acceso a los servicios de aborto farmacológico en todo el país. Esta cifra se suma a los 23,5 millones de mujeres en edad reproductiva que viven estados que prohíben el aborto. Sin embargo, Harris prometió días atrás que la Administración de Biden rechazaría la prohibición del medicamento. @mundiario

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