El peso de las mochilas maltrata la espalda de nuestros hijos
Cada año miles de niños vuelven al colegio con una pesada carga en su espalda, la mochila. Este peso poco a poco va provocando dolores y molestias que, de no prevenirse, pueden provocar problemas serios de espalda en la edad adulta.
Año tras año, con la vuelta al colegio, se repite la misma historia. Miles de niños ilusionados, algunos más que otros, con volver a clase, encontrarse con sus amigos y contarse las miles de aventuras vividas durante el verano.
Niños que, sin quererlo, van a verse sometidos a una carga difícil de llevar. A la presión psicológica de los exámenes y evaluaciones, se suma una presión física, la de los libros. Libros cuyo objetivo principal es llenar sus cabezas de cultura y conocimiento, y que tienen como efecto colateral
Cada año que pasa, el aprendizaje de nuestros hijos va en aumento. Ese aumento de conocimientos se traduce en unos libros cada vez más pesados. Libros que han de transportarse de casa al colegio, y vuelta, incluso varias veces a la semana.
Los especialistas indican que el peso de las mochilas de los niños debería ser de un 10%, o un 15% máximo, del peso corporal de los mismos. Este peso irá también condicionado al grado de madurez del niño. Se recomienda que las mochilas sean de ruedas para que los niños las arrastren, en vez de llevarlas colgadas en la espalda. En caso de llevarse a la espalda, siempre deben ir colgadas de los dos hombros, y con las cinchas bien ajustadas.
Aunque no hay una relación directa entre una mochila pesada y la aparición de escoliosis, sí es cierta su relación directa con la aparición de dolor de espalda. Si un niño sufre de dolor de espalda, es muy probable que se convierta en un adulto con problemas de espalda.
Al hecho de llevar una carga pesada se le une un comportamiento postural erróneo. Muchos niños no se sientan adecuadamente en las sillas. No apoyan bien la espalda ni colocan los brazos de manera apropiada. Todo esto hace que al final del día su cuerpo no pueda más y se queje mediante la aparición de dolor. Esta situación va a influir negativamente en el comportamiento de nuestros hijos, afectando a su capacidad de concentración y estudio.
En la era de la tecnología en la que estamos viviendo, esta situación parece cuanto menos irrisoria. Hoy en día todos llevamos smartphones o tablets donde guardamos ingente cantidad de información. ¿Por qué no hacer lo mismo en las escuelas? ¿Qué necesidad hay de que los alumnos tengan que llevar libros en formato papel? Por no hablar del daño ecológico que supone ese gasto de material.
En las redes sociales se están haciendo eco de esta situación que se repite año tras año. Se está llevando a cabo una campaña de divulgación con el fin de concienciar sobre el peligro de que nuestros hijos acarreen con esta pesada carga. Con el hastag en Twitter #SinMochila, muchos especialistas quieren hacer ver la necesidad de que se produzca un cambio en este contexto. Nuestros hijos son nuestra responsabilidad, su futuro está en nuestras manos. Hagámoslo por ellos, hagámoslo por nosotros. “Al cole sin mochila”.
