El perfil grafopsicológico de Diana Quer indica sufrimiento físico o psíquico
El estudio de la grafía de la joven desaparecida arroja un perfil de una persona impulsiva, poco reflexiva y con marcada disconformidad con su entorno familiar.
Al analizar la escritura de Diana Quer, vemos elementos muy comunes en adolescentes cuya personalidad está formándose. Destaca el hecho de que escribe su nombre sin apellido/s. Su plano social se circunscribe al ámbito familiar y de amigos, donde la llaman por el nombre de pila y no por el apellido. No en el entorno laboral, en donde los apellidos cobran más fuerza y se introducen normalmente en la firma.
Otro elemento propio de la personalidad adolescente es la disconformidad con su propia imagen. Hay aspectos de ella que no le gustan y por ello, encontramos una rúbrica que tacha el nombre.
La escritura convexa de los grafemas reafirma el hecho de encontrarnos ante una personalidad inmadura e inestable. En principio se podría hablar de un buen nivel de sociabilidad, hasta que se comienzan a tratar temas controvertidos. El aspecto superior de rúbrica, correspondiente a los ideales, forma una flecha.
Es una persona poco reflexiva e impulsiva, como nos indica el punto de la “i” adelantado y la escritura extendida.
La “D” inicial tiene suma importancia. Por un lado apreciamos una torsión en el trazo vertical abierta hacia la derecha. Las torsiones son signos de sufrimiento físico o psíquico. Añade a esta interpretación un recelo y resquemor en el trato con familiares, con quienes se vuelve cerrada a la comunicación y distante. Esto contrasta con el matiz de cordialidad y apertura con su entorno social.
La rúbrica corrobora este último aspecto. Una mezcla de trazos curvos en el plano derecho, que nos indica un trato social amable y doble ángulo marcado a la izquierda, propio de agresividad y marcada disconformidad con el entorno familiar.
En resumidas cuentas, el perfil de Diana Quer es el de una adolescente, que se mueve por impulsos y toma decisiones poco meditadas. Muchas veces llevada por una falsa sensación de seguridad. Busca fuera lo que no puede obtener en su entorno familiar, a la que está unida por una dependencia económica. Todo ello, la sitúa en una situación de gran vulnerabilidad.