La pediculosis es una infestación del cuero cabelludo producida por piojos

La infestación por piojos en edad escolar puede ocurrir durante todo el año, aunque a la hora de la vuelta al cole, es cuando suelen aparecer los brotes más importantes. ¿Qué son exactamente los piojos? Los piojos son insectos visibles a simple vista, alargados y planos, miden 2-3 mm. Viven en el cabello del ser humano, y se alimentan de sangre cada 3 ó 4 horas. Su color varía según el color de pelo de la persona infestada.

Son ovíparos, es decir, se reproducen mediante huevos. Los huevos de los piojos son las liendres, que las hembras ponen preferentemente en la nuca, detrás de las orejas y en la zona del flequillo, ya que son las zonas más calientes, lo que favorece su incubación que dura unos 10-12 días.

Una hembra que vive unos 30 días puede poner de 7 a 10 huevos al día, lo que nos indica su alto nivel de propagación, unos 300 huevos en su ciclo de vida.

Las liendres son ovaladas de 1 mm de tamaño, incoloras o blanquecinas y muy difíciles de ver. Se pueden confundir con polvo o caspa.

Se adhieren fuertemente al pelo mediante una sustancia cemectante, pegajosa e insoluble en agua, lo que impide que al tirar se desprendan, esto permite diferenciarlas del polvo o de la caspa.

Las liendres recién puestas están muy cerca del cuero cabelludo, a menos de 2 cm, las viejas están muy alejadas.

Cuando el huevo eclosiona, nacen las ninfas que son grisáceas, y más pequeñas que los piojos, y al igual que éstos, también se alimentan de sangre. A los 15 días se transforman en piojos adultos.

¿Cómo se contagian los piojos? Los piojos no tienen alas, no vuelan ni saltan. Sus patas termina en garras que les permiten moverse muy rápido de un cabello a otro, movimiento que resulta más torpe si el cabello está húmedo.

Sólo se trasmiten por contacto directo cabeza con cabeza, y al compartir utensilios personales como almohadas, peines, gorros... y juegos con las cabezas muy juntas.

La aparición de piojos no se asocia a falta de higiene, prefieren la piel y la cabeza limpias.

Afecta más a niñas que a niños, sobre todo entre 3 y 10 años. Si el niño tiene el pelo largo, recogérselo puede prevenir el contagio al dejar la nuca despejada.

Aunque no son tan propensos, los adultos en contacto con niños también pueden sufrir infestación.

Los animales domésticos no intervienen en su transmisión.

¿Cómo detectamos y tratamos los piojos? Debemos revisar visualmente y con buena luz  la cabeza del niño, con frecuencia, buscando liendres o piojos. Es mejor buscarlos con el cabello húmedo, ya que en el pelo mojado se mueven peor. Especialmente y con más detenimiento si desde el colegio se nos comunica la infestación.

Un síntoma típico de la presencia de piojos es el picor en el cuero cabelludo. Picor que se produce a causa de la saliva que el piojo inocula en el cuero cabelludo al alimentarse de la sangre.

Si aparecen piojos es importante comunicarlo al colegio, para prevenir nuevos contagios.

Existen muchos tratamientos, algunos innovadores y que garantizan excelentes resultados. En caso de infestación, tu farmacéutico  te indicará el tratamiento más adecuado y como debe aplicarse.

Después de aplicar un tratamiento pediculicida, debemos evitar secar el pelo con secador ya que el calor inactiva el producto residual.

Nunca debemos utilizar un tratamiento pediculicida como preventivo.

Ante una infestación no debemos olvidar lavar en agua a temperatura mayor de 60 grados la ropa, incluida la de la cama, planchando bien las costuras, ya que los piojos no resisten las temperaturas elevadas.

Lo que no se pueda lavar se introducirá en bolsas de plástico cerradas durante varios días, ya que el piojo vive solo unos dos días fuera del cuero cabelludo. Es importante hervir los cepillos, peines, coleteros, etc.

¿Qué podemos hacer cuando el tratamiento falla? Puede ser que no se haya realizado correctamente el tratamiento o que se haya producido una reinfestación.

Si el problema persiste puedes consultar a tu farmacéutico.

Recuerda que la aplicación de medidas preventivas ayuda a evitar la infestación.