La pederastia, una grave patología a la que no se busca prevención ni cura

Promocional de Spotlight. / spotlight.com
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¿Que más cosas tienen que pasar para que veamos la pederastia con la misma gravedad que vemos el SIDA, el cáncer o la violencia de género?

La pederastia, una grave patología a la que no se busca prevención ni cura

Afortunadamente, cada día vemos grandes avances en la lucha contra las enfermedades víricas o el cáncer y también resultados en las campañas que animan a las mujeres a denunciar la violencia de género, denuncias que se incrementan cada año. Tanto la protección a las víctimas como las curas de otros males que fueron mortales avanzan aunque todos quisiéramos verlos avanzar más rápidamente, pero ¿y la pederastia? Desgraciadamente no se toma en serio pese a las denuncias que se hacen en los medios. 

Hemos visto casos de gente traumatizada tanto o más que en una violación, gente que ha necesitado 40 años para atreverse a denunciar este delito, y una sociedad que ignoró hechos de todos conocidos mirando para otro lado. Los pederastas están allí donde las circunstancias les permiten llevar a cabo sus inclinaciones, así de las 1.880 detenciones habidas como consecuencia de las 4.500 denuncias que tuvieron lugar en Australia entre 1980 y 2015, casi la mitad eran sacerdotes, algunas monjas, y una gran parte de laicos pero con oficios relacionados con los niños, profesores de colegio, gimnasia, instructores, monitores, y otros semejantes. Los casos se cuentan por miles en Estados Unidos y hasta han sido llevados al cine en un espléndida película (Spotlight), pero también en Mexico, Argentina, y un largo etcétera que incluye Alemania con sus 3.000 denuncias, y no todas contra curas católicos, tambien anglicanos y cualquier otra profesión que genere ocasiones en internados, por presión psicológica o acoso de alguien con ascendente moral.

Probablemente esta sea solo la punta del iceberg porque todo apunta a que estos miles y miles de casos denunciados son una mínima parte de los que no se denuncian, principalmente los que ocurren en el seno de las familias. Cuesta reconocer la gravedad de este delito que se rechaza socialmente porque cuesta diferenciarlo de muestras de cariño hacia los menores. Falso, completamente falso. La mayoría de la denuncias incluyen penetraciones anales, vaginales o vocales. Lo cierto es que hasta ahora se ha visto este delito como algo vergonzante para la víctima, como todavía se ven las violaciones en muchos ambientes, y por lo tanto se ha encubierto o silenciado. Afortunadamente ahora sabemos del daño moral que se provoca y se debe poner remedio no solo con el castigo sino con la prevención pese al discurso de que las medidas preventivas es señalar a todo el mundo como posible pederasta, sin embargo admitimos que si vamos al futbol o cualquier espectáculo de masas se tomen medidas preventivas para evitar delitos señalándonos a todos como presuntos delincuentes pero no admitimos que ocurra esto en centros infantiles.

He vuelto sobre este tema por la detención por cuarta vez de un acosador en la red que con identidades falsas, y haciéndose pasar por menor, obtenía pornografía desde el Puerto de Santa María (Cadiz). La primera detención fue en 2008, cuando un menor se suicidó por las amenazas que recibía para proporcionar imágenes pornográficas, y detenido de nuevo en 2.009 estaba en libertad a la espera de juicio y así seguía pese a una nueva detención en 2010. Esto no es una causa que exija la instrucción de un larguísimo sumario, es un caso donde la lentitud de la justicia, la que la convierte en injusta, carece de justificación. ¿Tanto cuesta entender que estos casos siempre son muy graves, que los padres pueden llegar a matar si alguien hace daño a sus hijos? ¿porqué la justicia no ve la misma gravedad que muchos vemos? ¿Que se espera para prevenir, perseguir, y penar duramente cualquier agresión a un menor? Para muchos el daño hecho a un hijo es el doble que si se lo hacen a él. Por favor, que nuestros políticos dejen ya de vanas discusiones y aborden los problemas reales, y este el primero.

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