Que la pasión no se imponga sobre la razón...

Podemos durante un acto oficial. / Mundiario
Podemos durante un acto del partido.

... como nos sucede a los españoles con tanta frecuencia y tan funestas consecuencias a lo largo de la historia. Sobre todo en estos momentos de permanente crispación social.

Que la pasión no se imponga sobre la razón...

Vivimos tiempos de mentiras, medias verdades, notoriedad, follón, gresca, alboroto, confusión, que colaboran en la creación de un ambiente de tensión  permanente y crispación en todos los ámbitos.

Salen a la luz determinados temas, con el único propósito de provocar escándalo y controversia con los adversarios políticos y ponerles en situación comprometida, en un intento de arañar unos votos por aquí o por allí. Está claro que sin el propósito constructivo de resolver problemas reales, de los que cada día acucian a las familias.

La decisión tomada por Podemos, de designar como candidata a la alcaldía de Ávila a una señora condenada por asesinato hace más de treinta años, condena cumplida, se enmarca, en mi opinión, en este afán de presión y enfrentamiento.

Pero deben imponerse la ecuanimidad y  el análisis sereno de la situación. Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad - artículo 25.2 de la Constitución- estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social. En consecuencia, si la candidata de Podemos lleva en libertad más de 15 años y reinsertada en la sociedad tras cumplir su condena, nadie puede negarle el derecho a presentarse a las elecciones municipales.

Ahora bien –esto es opinable–, sin negar el derecho de la candidata, somos muchos los que nos preguntamos ¿es oportuna la decisión de Podemos o lo que realmente busca es poner en situación incómoda  a los adversarios, para mantener a la sociedad española en una tensión permanente, cuando el partido está perdiendo audiencia?

Algo parecido sucede con el continuo enfrentamiento derivado del feminismo, con  temas como la igualdad y la violencia doméstica. ¿Puede haber alguien en contra de la igualdad entre todos los españoles?, ¿hay quien piense que los varones ven con buenos ojos el maltrato a la mujer o las desigualdades que padece?, ¿no es un contradicción preconizar la justa igualdad de trato a hombres y mujeres y exigir penas diferentes para delitos iguales en función del sexo?

La igualdad de todos los españoles –hombres, mujeres, ancianos, niños, mendigos, hijos, padres– ante la ley es un derecho inviolable. Y en materia de violencia y discriminación, habrá que estar en contra de la ejercida contra cualquier ser humano y exigir el cumplimiento de la ley.  La violencia, siempre reprobable, contemplará, naturalmente, agravantes, pero nunca por razón del sexo de las personas. @mundiario

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