Por su pasado visible Malta ha sido descrita como un gran museo al aire libre

Concatedral de San Juan – La Valeta. / Dezso Biczo
Concatedral de San Juan – La Valeta. / Dezso Biczo

Cada cultura que pasó por allí ha dejado su huella. Fenicios, griegos, romanos, vándalos, visigodos, bizantinos, árabes, españoles, la Orden de Malta y británicos se reconocen en ese incomparable museo.

Por su pasado visible Malta ha sido descrita como un gran museo al aire libre

Cada cultura que pasó por allí ha dejado su huella. Fenicios, griegos, romanos, vándalos, visigodos, bizantinos, árabes, españoles, la Orden de Malta y británicos se reconocen en ese incomparable museo.

 

Malta en realidad es un archipiélago de tres islas, Malta (la mayor, un centro comercial y cultural), Gozo (su hermana más pequeña y más rural) y Comino (insignificante, de ahí el dicho “me importa un comino”, prácticamente deshabitada), que suman 316 kilómetros cuadrados, habitados por unas 400.000 personas, y se sitúa en el centro de una encrucijada marítima al sur de Italia, al este de Túnez y al norte de Libia, con capital en La Valeta, una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La isla es apetecible para aprender inglés y como destino turístico. Por su cercanía con España, un costo de vida menor en comparación con otros países y cursos más que baratos, Malta lo tiene todo a favor para aprender inglés sin que el bolsillo se resienta más de la cuenta. Al turista Malta le ofrece trescientos días de sol, unas cristalinas aguas mediterráneas, siete mil años de enigmática historia, una situación en el centro de un cruce marítimo, una vibrante vida nocturna y tranquilos pueblos rurales.

Históricamente la isla se vinculó al devenir de los caballeros de la Orden de Malta (Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta), que es una de las pocas órdenes nacidas en la Edad Media que está todavía en activo, la única a la vez religiosa y soberana. Por otra parte, en los últimos años Malta se ha convertido en un importante centro de juego. La isla comenzó a emitir licencias para operadores on-line en el año 2000, otorgando a los operadores de casinos y apuestas deportivas una gran ventaja en impuestos, los cuales se encuentran entre los más bajos del mundo. En España nos acordamos de Malta por un partido de fútbol en el que en 1983, por un histórico y abultado marcador, a la par que justo y necesario, de 12-1, nos clasificamos para la Eurocopa del año siguiente.

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