El Partido Comunista de China consagra su poder y comienza una “nueva era”
¿Es posible caminar hacia el futuro con un partido perpetuado en el poder? Al parecer y según el presidente chino, Xi Jinping, esto es muy posible.
El miércoles, Xi Jinping, presidente de China, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central del país asiático precedió la inauguración del congreso del Partido Comunista en donde prácticamente dejó claro que está lejos de retirarse y que su país comenzará con una “nueva era” que permitirá que la nación siga creciendo política y económicamente.
“Esta es una nueva coyuntura histórica en el desarrollo de China”, manifestó el líder, que se espera sea ratificado en el cargo hasta el año 2022. Cada cinco años se reúne el multitudinario congreso en donde la élite política china acude para empezar a formalizar sus movimientos a futuro. Un poco más de 2.000 delegados son citados en el evento que también selecciona a los nuevos integrantes del Comité Permanente del Politburó del partido.
Con tres horas de duración, el presidente de China lanzó unos cuantos bombazos escondidos debajo de la manga y que nos da a entender, que como muchos especialistas decían, China se convertirá en una gran y más poderosa potencia a futuro.
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— MIPPCI (@mippcivzla) 19 de octubre de 2017
“Una gran potencia en el mundo”
Decididos a aprovechar que el nuevo presidente de EE UU no parece liderar su nación, los chinos convertirán a su país en la próxima potencia mundial. Para el líder, su nación se encargará de seguir esparciendo “el socialismo con características chinas para una nueva era” para lograr que China juegue un “papel importante en la historia de humanidad”.
Si bien es cierto que Jinping ha modernizado y acelerado económicamente a China desde que llegó al poder en 2012, también es muy cierto que el líder es uno de los más autoritarios y controladores que han gobernado, según defensores de los derechos humanos y disidentes chinos.
Durante su discurso, el mandatario también expresó que su nación no solo está dispuesta a invertir, sino que su puerta está abierta para que inversores extranjeros lleguen y estén dispuestos a compartir sus conocimientos con ellos. En este punto, lanzó un claro guiño al presidente de EE UU, Donald Trump, conocido por hacer todo lo contrario, es decir, cerrar puertas a todo extranjero. “Ningún país puede replegarse como si fuera una isla, vivimos en un mundo compartido y enfrentamos un destino compartido”, expresó el presidente Xi.
En #China se inaguró el décimo noveno Congreso Nacional del Partido Comunista @TReporta pic.twitter.com/ydWrdu9T7T
— ATENOGENES RODRIGUEZ (@atenogenesR) 19 de octubre de 2017
Además, comentó que la modernización de China constará en de dos etapas, en donde las reformas ambientales y económicas serán las grandes protagonistas, empezando el 2020 y culminando durante el 2050 en donde el país será “socialista, moderno, próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y hermoso”.
Con todo lo anterior, increíblemente y a pesar de algunos baches, el entorno político de China reina en armonía y se distancia de los modelos de otras potencias que parecen estar en caos o desequilibrio. La inteligencia y el silencioso liderazgo de Xi en conjunto al apoyo de su partido, han logrado equilibrar a China y -quizás- la convertirá en una superpotencia en desarrollo que verá su mejores años a futuro.
El presidente se ha consolidado como una de las figuras más poderosas del mundo sin hacer mucho ruido y promete mejorar la calidad de vida de sus compatriotas, luchar contra el cambio climático, seguir potenciando la economía y fortalecer el modelo socialista; todo esto a partir de la cooperación entre naciones pero velando por sus intereses, como ha venido haciendo desde hace algún tiempo. Con lo anterior, es imposible no comparar el modelo fortalecido de Xi contra el desequilibrado de Trump, en donde America First es su lema y ha causado tanta división en EE UU. @mundiario
