El Parlamento Europeo pretende eliminar el diésel de aceite de palma

El fruto de la palma del que se extrae el aceite. / Pixabay
El fruto de la palma del que se extrae el aceite. / Pixabay.

España e Italia pasan a ser los únicos dos países de la Unión Europea que defienden su uso, mientras que el Parlamento pide que deje de ser considerado como un biocombustible para el 2021.

El Parlamento Europeo pretende eliminar el diésel de aceite de palma

Desde hace algún tiempo el diésel elaborado con aceite de palma está en la mira de la Eurocámara debido a los problemas de deforestación que ha causado en países como Indonesia y Malasia. El Parlamento Europeo ha propuesto que este diésel deje de ser considerado como un biocombustible para el 2021, dejando a España e Italia como las únicas defensas de este combustible, siendo las dos grandes productoras europeas de biodiésel con aceite de palma.

Según El País, en los próximos meses la comisión para un futuro energético de la UE comenzará con una negociación en donde estarán involucrados el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE. Esperan que acabe en junio de este año y tienen como meta la aprobación de un plan energético que incluirá a toda la UE y que definirá su procedimiento a seguir durante la próxima década para hacer cumplir los Acuerdos de París que busca combatir el cambio climático.

Hace años, fue la UE la que impulsó el uso de combustibles creados a partir de materias alimenticias como el aceite de palma, que también son conocidos como combustibles de primera generación. Sin embargo, ahora pretenden limitarlos ya que han concluido que no ayudan a combatir el cambio climático y en cambio, puede que lo potencien. El experto de Greenpeace consultado por El País, Miguel Ángel Soto, señaló que “el diésel de aceite de palma emite más gases de efecto invernadero que el convencional cuando se tiene en cuenta su ciclo de vida completo y los cambios de uso del suelo asociados”.

España e Italia son los principales productores del biodiésel en Europa, pero ninguno cuenta producción propia por lo que se ven en la obligación de importar la materia prima de países como Malasia e Indonesia. España llegó a comprar 1.503.991 toneladas de materia prima en 2016 provenientes de estas dos naciones que presentan graves problemas de deforestación.

Solo España e Italia se oponen a la decisión del Parlamento, mientras que naciones como Eslovaquia, Luxemburgo, Polonia y Alemania aseguran que pueden ser más flexibles. Las decisiones del Parlamento giran en torno a la eliminación de las cuotas obligatorias de biocombustible que fija el Gobierno para el sector trasporte, logrando desincentivar su dependencia, uso y producción. @mundiario

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