El papa Francisco expulsa del sacerdocio a Fernando Karadima, acusado por abuso sexual
El clérigo chileno ya había sido suspendido de por vida de sus funciones por el Vaticano en 2011. Ahora, fue reducido al “estado laical”.
El papa Francisco expulsó del sacerdocio a Fernando Karadima, el clérigo chileno acusado por abuso sexual de menores. Esta decisión ha sido tomada luego del escándalo que actualmente atraviesa la Iglesia católica acusada de encubrir durante años abusos sexuales perpetrados por sacerdotes. Se trata de la mayor condena dentro de la Iglesia y fue anunciada este viernes por el Vaticano.
En el comunicado han expresado que el papa Francisco tomó esta decisión luego de haberlo meditado por un tiempo. Karadima, de 88 años, había sido sancionado de por vida a “penitencia y oración” por haber abusado sexualmente de menores.
“El papa Francisco ha dimitido del estado clerical a Fernando Karadima Fariña, de la Archidiócesis de Santiago de Chile. El Santo Padre ha tomado esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia”, dice el comunicado emitido por la Santa Sede.
El sacerdote, formador de varios obispos relevantes de la Iglesia chilena, ya había sido suspendido de por vida de sus funciones por el Vaticano en 2011. La sanción de penitencia y oración es el castigo de rigor emitido por el Vaticano contra los sacerdotes, la mayoría ancianos, que habían violado y abusado sexualmente de niños. Las víctimas han criticado en distintas ocasiones que las medidas son demasiado leves y solo consta en retirarles el pago y los beneficios a los abusadores.
La Santa Sede no especificó si tenía nueva evidencia que hubiese motivado esta decisión contra Karadima, que ahora se ve reducido al estado laico, siendo el mayor castigo impuesto por Francisco contra uno de los principales rostros del escándalo de pedofilia de la Iglesia católica.
El caso de Karadima ha sido el que más le ha costado al papa Francisco, que visitó Chile el año pasado y se vio perjudicado por su liviana respuesta sobre los abusos sexuales y por defender al obispo Juan Barros, acusado de encubrir durante décadas a Karadima.
En aquel momento el papa invitó a participar en las misas campales a Barros, lo que resultó en duras críticas de parte de la sociedad chilena. Tras esto, el papa decidió convocar en mayo a ciento de víctimas y a los obispos chilenos para tener una reunión sin precedentes. Pero lo que más llamó la atención de aquel encuentro, fue la renuncia de los obispos chilenos por haber encubierto los abusos de parte de los sacerdotes. @mundiario
