El papa Francisco apela a la esperanza y su rechazo a la corrupción en su despedida de Perú

El papa Francisco dijo que el cariño de los peruanos es una huella imborrable en su corazón - Mauricio Malca
El papa Francisco dijo que el cariño de los peruanos es una huella imborrable en su corazón. / Mauricio Malca

El Sumo Pontífice ofició una misa multitudinaria en Lima, donde invocó a que la fe nunca defrauda al corazón. También volvió a criticar la debilidad de la política peruana a raíz del caso Odebrecht.

El papa Francisco apela a la esperanza y su rechazo a la corrupción en su despedida de Perú

La esperanza es lo único que no defrauda al corazón para el papa Francisco, quien dejó este mensaje a su partida de Perú. Si en Madre de Dios, la lucha contra el cambio climático, la trata de personas, la minería ilegal fueron las problemáticas que abordó; y en Trujillo, el rechazo a la violencia contra la mujer, el golpe social por el Niño Costero y la inseguridad ciudadana los que rechazó, en Lima –capital del país sudamericano- no podía estar incluido de un tema que tenía que llevar a la reflexión a miles de personas que se movilizaron para ver -por último vez- al Sumo Pontífice antes de su regreso al Vaticano tras un gira de una semana que incluyó, previamente, a Chile.

“Gracias por estar aquí, gracias por rezar para que esta visita sea una bendición para el pueblo peruano. Gracias por los que van a ir a misa, después a Las Palmas. Para todos ustedes, que Dios los bendiga mucho. Yo sé que no todos pueden ir, pero, si todos pudieran, qué lindo sería", dijo Francisco al iniciar la mañana desde la Nunciatura Apostólica, ubicado en el distrito limeño de Jesús María, como inicio de sus actividades culminantes de ayer.

La jornada final de Francisco fue agotadora de principio a fin en suelo peruano. Desde muy temprano, el Papa se trasladó al centro de la ciudad para oficiar dos misas. La primera en la iglesia Las Nazarenas, donde el santuario del Señor de los Milagros -la imagen más venerada por los fieles católicos cada año en el mes de octubre- lo esperaba para realizar la Oración de la Hora Tercia.

Acompañado de las decenas de monjas, Francisco tuvo un discurso para ellas y su rol dentro de la Iglesia, que provocó cierta polémica ya que hizo una comparación entre la labor de una religiosa y la barbarie que provocó el grupo sanguinario Sendero Luminoso en Perú durante los años 80’ y 90’. "¿Saben lo que es la monja chismosa? Es terrorista, peor que los de Ayacucho hace años. El chisme es como una bomba: va como el demonio, tira la bomba, destruye y se va tranquilo".  A lo que continuó: "Monjas terroristas no, sin chisme, ya saben el mejor remedio para no chismear es morderse la lengua".  

La Plaza de Armas, donde se encuentran la Catedral y el Palacio Arzobispal, fue el siguiente destino de Francisco. Con una misa para bendecir a los santos peruanos Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo, San Juan Macías y San Francisco Solano, y una reunión con 45 obispos de todo el país, hicieron que miles de limeños se apostaran en los alrededores para ser testigos del Ángelus que iba a celebrar después el Papa.

"Perú es una tierra 'ensantada'. Busquen la ayuda y el consejo de personas que ustedes saben que son buenas porque sus rostros muestran alegría y paz. Déjense acompañar por ellas y así andar por el camino de la vida" Jesús quiere verlos en movimiento, quiere ver llevar delante tus ideales y que te animes a seguir sus instrucciones. Él te llevará por el camino de bienaventuranzas. Jesús cuenta contigo", expresó al salir al balcón de la catedral.

"No podemos hacerle 'Photoshop' a la realidad, a nuestro corazón. Hay fotos que son muy lindas, pero están todas trucadas, y déjenme decirles que el corazón no se puede 'photoshopear' porque ahí es donde se juega el amor verdadero", agregó en un mensaje directo a las nuevas tecnologías que abarcan la vida cotidiana.

Francisco, en su intento de mostrar que no solo estaba con los peruanos para reforzar la fe, pidió que se haga una plegaria por los seis ciudadanos muertos a raíz de las sangrientas manifestaciones contra el presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila, quien busca una tercera reelección pese a la prohibición de su propia Constitución. "Pensemos en el Congo. Pido a las autoridades, a los responsables, y a todos en este amado país que pongan su máximo empeño y esfuerzo a fin de evitar toda forma de violencia y buscar soluciones en favor del bien común".

El Sumo Pontífice se retiró del centro de la capital en medio del cariño de miles de fieles que no paraban de buscar al menos su mirada y bendición. Lo mismo que también aguardaban las personas a las afueras de la Nunciatura Apostólica a su regreso y despedida antes de partir a la Base Aérea de Las Palmas, ubicado en el distrito limeño de Surco, donde cerró su visita con una misa multitudinaria - cerca de 1,7 millones de personas- que trajo compatriotas desde la costa, norte y sur del país para verlo y sentir su fe.

Francisco dejó en su mensaje final reflexiones como el comportamiento que debe tener una sociedad con los más necesitados y, además, resaltó que Perú es un país –como lo había señalado en sus anteriores discursos-  con una gran biodiversidad que la compone y la belleza de una geografía capaz de ayudar sin ningún tipo de impedimento. “Perú es tierra de esperanza por los jóvenes, quienes no son el futuro sino el presente”, fue el cierre de su despedida no sin antes agradecer a las autoridades y la planificación que se gestó para su visita al sexto país de la región sudamericana en sus cinco años de papado.

El desprestigio de la política

El mensaje de Francisco tampoco podía estar alejado de las críticas sobre la coyuntura política que se vive en Perú. El caso Odebrecht es un claro ejemplo de la postura que el Santo Padre, en conferencia con los obispos que llegaron a verlo, mostró de manera frontal y sin medias tintas. “¿Qué pasa en el Perú que, cuando uno deja de ser presidente, lo meten preso? Humala está preso, Toledo está preso [en realidad, fugado en los Estados Unidos], Fujimori estuvo preso hasta ahora, Alan García que está que entro o no entro. ¿Qué pasa?", señaló.

La expresión del Papa se refiere al cambio rotundo que ha tenido el escenario político peruano. Tras la caída de la dictadura de Alberto Fujimori (1990-2000) en medio de la corrupción por un vídeo del entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos, el escándalo de la  constructora brasileña y sus sobornos en tres gobiernos: Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016), fue lo que enturbió el ciclo democrático que se había gestado con este nuevo siglo.

"El caso Odebrecht es simplemente una anécdota chiquita, pero el quid pro quo no es una sana negociación política. Luego gana una oposición y acusa al corruptor anterior. Vuelve la otra parte y acusa al corruptor previo y los dos tienen algo de razón. El juego político es muy difícil”, agregó. Francisco como es sabido aparte de ser un líder social, también ha manifestado sus opiniones políticas. Crítico de la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para construir un muro entre su país y México; así como los ensayos con armas nucleares por parte de Corea del Norte en el Oriente,  no ha guardado silencio sobre estos temas que resultan de suma importancia global.

Sin embargo, su posición sobre los casos de abusos sexuales de la asociación apostólica Sodalicio de Vida Cristiana, estuvo ausente en la conferencia que brindó Francisco. El Papa –al igual que en Chile con el caso del obispo de Osorno Juan Barros, acusado de encubrir las vejaciones del sacerdote Fernando Karadima– no tuvo una postura firme para condenar los actos de una organización que ha sido intervenida por el Vaticano con el fin de iniciar las investigaciones correspondientes. Esa fue la gran deuda que desperdició –según sus críticos- y, al igual que el país sureño, se le cuestionará por un tiempo más.

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