¿Cuáles son tus preferencias durante la pandemia?

Coronavirus. / Pixabay
Coronavirus. / Pixabay

Hay tiempo para actuar, porque no será una temporada corta sino que sumará varias estaciones más, antes de que dejemos de ocuparnos de ella.

¿Cuáles son tus preferencias durante la pandemia?

Es admirable la preferencia de servir a los demás que decididamente han tomado los profesionales de la salud, en muchas partes del mundo, por encima del riesgo de contagio.  Sabiendo que tarde o temprano la Covid-19 los alcanzará, escogieron ayudar a otros a vivir, antes que simplemente huir en resguardo de su propia vida.

Y no es una decisión fácil, porque enfrentados a situaciones extremas, la primera acción es salvaguardar la propia vida.  Es así como lo narran los sobrevivientes de atentados terroristas, tal es el caso de lo acontecido en París en noviembre del 2015, donde los clientes del Teatro Bataclan buscaban desesperadamente “camuflarse” entre las personas caídas por las ráfagas de un kalashnikov, arrastrándose en medio de charcos de sangre en busca de una salida, o “haciéndose el muerto” cuando las pisadas del asesino retumbaban en sus oídos, en medio de un silencio de muerte, de gritos sordos que nadie atendía.

Preferencias durante esta pandemia hemos visto de todo tipo, como la de un pediatra hermano que organiza su “Cuzuco tour” y lleva alimentos a familias sumamente urgidas de ayuda en zonas que ya venían postradas antes de la emergencia sanitaria y cuya realidad se ha agravado en forma escalofriante, o la de un sacerdote amigo quien más allá de su propia salud, ha continuado con su labor pastoral a tiempo completo, sin quejas ni lamentaciones, sacando apenas un espacio para atender su terapia. 

¿Cuáles son tus preferencias para mejor vivir, para mejor servir durante esta pandemia? Hay tiempo para actuar, porque no será una temporada corta sino que sumará varias estaciones más, antes de que dejemos de ocuparnos de ella.

Que bueno amigo si logras amarrar tus preferencias a tus dones, esos que por la gracia de Dios, están en el corazón y en las manos de Juan Carlos y de Walter, el médico y el sacerdote de esta historia, a quienes rindo homenaje.  Son ellos los rostros de otros miles de gentes, quienes desde la ciencia y la espiritualidad, han decidido de la mejor forma, sirviendo a los demás, honrando sus juramentos y no es que estén recompensando un favor divino, están haciendo algo mucho más grande, están cuidando el don de la vida. @mundiario

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