La pandemia sumirá en el hambre a 270 millones de personas en todo el mundo, según la ONU

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Una mujer y sus cuatro hijos en estado de sub-alimentación (hambre) en Caracas, Venezuela / The New York Times.
A ese umbral de pobreza extrema de 821 millones de personas sin alimentación, se le suman los 270 millones que acabarán sumidos en el hambre por la crisis económica.
La pandemia sumirá en el hambre a 270 millones de personas en todo el mundo, según la ONU

Habían pasado décadas y siglos desde que la humanidad no entraba en su fase más primitiva basada en la subsistencia como razón de vida durante tiempos de crisis mundial. La Segunda Guerra Mundial dejó muertes y hambre. En 2020, la guerra que nuestra civilización le ha declarado al coronavirus, dejará más muertes y hambre que en 1945. La ONU ha sido tajante al advertir que la pandemia provocará una verdadera catástrofe humanitaria. Y todo esto en una época de la historia donde se creía que el nivel de desarrollo y globalización de la humanidad estaba en su pleno apogeo, pero la historia ahora es otra.

Y es que la Organización de Naciones Unidas define una emergencia alimentaria como "una situación extraordinaria en la que las personas no pueden satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia, o existen amenazas graves e inmediatas para la vida y el bienestar humanos". A ese contexto se enfrentan todos los países del mundo, desde los más poderosos hasta los más recónditos del planeta. No hay escapatoria a una crisis en la cual los sistemas creados por la humanidad misma para su existencia están puestos a prueba: la economía, la política y las estructuras financieras, que al parecer hacen caso omiso o parcial a un problema cuyas dimensiones todavía no comprenden o no quieren comprender.

No solo son las más de 400.000 muertes que ha dejado ya en el mundo la Covid-19; en el terreno de la alimentación también deja estragos: hasta 270 millones de personas pueden acabar el año viéndose en situación de hambre aguda, es decir, sin absolutamente nada que llevarse a la boca. Son el doble de los 135 millones que se registraban antes de la pandemia.

En el planeta existen poco más de 6.000 millones de seres humanos, de los cuales podría pensarse que 270 millones es una fracción muy ínfima, pero la realidad es que esa tendencia de desgaste social y humanitario, podría convertirse en la pandemia post-coronavirus si la economía y la política no se acoplan con la diplomacia, por medio de la ONU, para evitar una crisis de salud mundial marcada por el flagelo del hambre.

La humanidad no lo estaba haciendo muy bien antes de la llegada del virus, pues los últimos registros de la ONU apuntan a que ya había  más de 821 millones de hambrientos, es decir, hombres, mujeres y niños que al final del día se van a dormir sin haber consumido las calorías necesarias para estar saludables. Ahora, el nuevo coronavirus nos pone contra las cuerdas.

Por lo tanto, a ese umbral de pobreza extrema de 821 millones de personas sin alimentación, se le suman los 270 millones que acabarán sumidos en el hambre por el impacto económico del confinamiento derivado de la pandemia para un total de 1.091 millones de personas, es decir el 19% de la población mundial, en estado de inanición o desnutrición.

Este martes, la secretaría general de la ONU ha publicado el informe ‘Impacto de la covid-19 sobre la seguridad alimentaria y la nutrición’, con una serie de políticas recomendadas y recomendables para hacer frente a esta amenaza, y en ella ha alertado de que “los efectos combinados de la covid-19 con las medidas de mitigación y la recesión global emergente podrían, sin una acción coordinada a gran escala, interrumpir el funcionamiento de los sistemas alimentarios”.

"Nuestros sistemas alimentarios están fallando, y la pandemia está empeorando aún más las cosas. A menos que se adopten medidas de inmediato, cada vez está más claro que habrá una emergencia alimentaria mundial inminente que podría tener repercusiones a largo plazo para cientos de millones de niños y de adultos", ha dicho este martes el secretario general de la ONU, António Guterres, durante la presentación de estas políticas en la sede del organismo internacional en Nueva York.

En su declaración, ha alertado de que “incluso en los países donde los alimentos son abundantes existen riesgos de disrupciones en la cadena de suministro”. @mundiario

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