¿Hay otra verdad en la oscura trama de los niños robados del franquismo?

Blanca Portillo, caracterizada como Sor María.
Blanca Portillo, caracterizada como Sor María.

Niños robados. Según la autora, el escándalo se inició cuando se quiso crear un paralelismo en la España franquista con los casos de los niños desaparecidos de la dictadura argentina.

¿Hay otra verdad en la oscura trama de los niños robados del franquismo?

Se está emitiendo en prime time la tvmovie “Niños Robados” con enorme éxito de audiencia. El escándalo se inició cuando se quiso crear un paralelismo en la España franquista con los casos de los niños desaparecidos de la dictadura argentina. Así se “vendió” al principio. Había elementos muy jugosos para la izquierda, la implicación de la iglesia, el paralelismo con otros regímenes dictatoriales de derechas y otra acusación más contra el Caudillo, perfectos para alimentar el odio guerracivilista.

Periódicos titulaban sus artículos “Los niños robados por Franco” y Garzón se frotaba las manos viéndose el paladín de la causa. El británico The Times llegó a publicar un artículo de G. Keeley en el que decía “Baltasar Garzón, campeón en la lucha por los derechos humanos, afirma que Franco y 34 de sus secuaces fueron culpables de la desaparición sistemática de 30 mil niños, que eran adoptados por los partidarios de Franco para evitar que recibieran la influencia del marxismo".

Conforme se investigaba  todo se fue desinflando. Sólo ha quedado en un folletín de Tele 5.- Pero luego, conforme se investigaba el tema, todo se fue desinflando, tanto es así que sólo ha quedado en un folletín de Tele 5 en el que los protagonistas ni siquiera salen con sus nombres reales… ni siquiera en el caso de “la monja buena”, que testigos han identificado como Alicia Ibáñez, superiora de las Hijas de la Caridad.

 

En cuanto se descubrió que la vinculación con la jerarquía franquista había desaparecido, que incluso podría estar involucrada en el lucro la guerrillera comunista  Pilar Conesa y que la mayoría de las denuncias provenían de nacimientos en los que Franco llevaba años criando malvas, el tema ya no interesó tanto. No existía una prueba empírica que demostrase que estos robos pertenecieran a un proyecto de Estado que es lo que les interesaba.  

Hoy hay causas abiertas, pero muy lejos de las 30.000 de las que hablábamos, y sí, hay un caso ya ganado, pero de filiación genética que en ningún caso demuestra si el bebé fue cedido o robado.

La inmensa mayoría de estos niños de los que se habla eran hijos de chicas jóvenes de provincias y mujeres separadas, viudas o prostitutas que en sus circunstancias, no podían económicamente y/o socialmente quedarse con las criaturas.

Generalmente por mediación de los curas de su pueblo contactaban con Sor María, espléndidamente interpretada en la serie por Blanca Portillo, y a cambio de dar a su hijo en adopción se les daba alojamiento, comida y se hacían cargo de la gestión del parto. La residencia de Madrid era un piso espléndido del barrio de Salamanca, donde las revisaban los mejores médicos y daban a luz en magníficos hospitales de Madrid, entre ellos la clínica privada en la que dio a luz la Reina Sofía. Luego daban a su hijo en adopción...  Que jamás fueron engañadas cae de cajón, ya que si hubiera sido simple caridad no hubieran tenido tal acomodo y darían a luz en una institución de beneficencia... Lo que sí es cierto, es que algunas se arrepentían cuando tenían el bebé en brazos y ahí entonces no había vuelta atrás, los niños estaban asignados y jamás volvían a verlos y al haber sido un tema de adopción ilegal -más que adopción, suplantación de la maternidad- no existían pruebas. Lo del truculento bebé congelado, era exactamente para lo que se ve en la televisión, les decían que el bebé había muerto para que las chicas "arrepentidas", no armaran escándalo y llamaran la atención sobre una trama de adopción que no cumplía los requisitos  legales.

 Y como en la mayoría de los casos esta cesión dejó impactos emocionales, estas madres hoy reivindican un posible robo o coacción, total, tampoco no hay pruebas de la voluntariedad del hecho, aunque la lógica aplastante de que los cauces de alojamiento y hospitalización de las embarazadas no respondían a algo estrictamente caritativo está fuera de toda duda posible.

La trama pudo desarrollarse por dificultades de la adopción por vía legal

Toda la trama giraba en torno a las grandes dificultades de la adopción por vías legales que existían en la época de mayor actividad de Sor María Gómez- y que sigue existiendo- en la que había 6000 peticiones de adopción y la adopción internacional estaba en ciernes. Centenares de niños permanecían toda su infancia en instituciones sin ser adoptados porque las madres egoístamente se negaban a firmar los papeles de cesión “por si les cambiaba la vida” , algo que raramente sucedía y privaba a los niños tener una vida regularizada. Todavía es algo que hoy sigue  pasando con estas leyes tan proteccionistas con la maternidad que han intentado parchear con el sistema de acogida que no acaba de convencer a padres en solicitud de adopción, y que se ven abocados a una durísima adopción internacional que económicamente no está al alcance de la mayoría.

La ortodoxia del método es muy censurable, pero Sor María Gómez no se lucró en absoluto, lo que no quiere decir que otros implicados en la organización no obtuvieran  pingües beneficios a través de “donativos” mas o menos impuestos, y la justificación moral de saltarse la ilegalidad es que eran chicas "marcadas" en una sociedad todavía heredera de los clichés del franquismo, donde ser madre soltera no sólo era un estigma para la chica, sino sobre todo para el niño, y estas adopciones los liberaban de criarse en difíciles condiciones o en el mejor de los casos permanecer hasta la mayoría de edad en orfanatos,

 Y con toda crudeza, la otra verdad es que hay madres que cedieron y reivindican después de años, y otras madres que nunca han encajado la difícil pérdida antinatura de un hijo, y a las que este escándalo les ha dado esperanzas en que la muerte del suyo no haya sucedido y que su vástago siga vivo.

Y al margen de la trama que aparece en la película, la realidad es que siguen existiendo capítulos oscuros y evidencias de casos de robos de niños en otras clínicas cuyas actas de defunción o nacimiento fueron falseadas. Y estos deben perseguirse con toda la fuerza de la ley.

Del resto, y de la trama de los bebés robados del franquismo… para el circo mediático de Tele 5, esta es la otra verdad.

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