De cómo la orina podría convertirse en alimento y herramientas para los astronautas

Astronauta. Pixabay,
Astronauta. / Pixabay.

Los expertos aseguran que los desperdicios humanos pueden ser convertidos en compuestos plásticos y nutrientes que jugarían un papel clave en los viajes de larga duración.

De cómo la orina podría convertirse en alimento y herramientas para los astronautas

Historias que no han sido contadas –por ahora- en las mejores películas de ciencia ficción comienzan a llegar a la vida real. ¿Te imaginas poder convertir tu orina en comida? Parece extraño e incluso asqueroso, pero la ciencia ha demostrado que es posible. Los desperdicios humanos pueden convertirse en alimentos y herramientas espaciales para los astronautas. Así lo ha dejado claro una investigación desarrollada por un equipo de científicos de la Universidad Clemson en Carolina del Sur, Estados Unidos, con el apoyo de la NASA.

El estudio estuvo basado en un novedoso experimento que promete revolucionar los viajes espaciales largos, es decir, aquellos que pueden durar años. Se trata de un sistema de reciclado que funcionan partiendo de un proceso capaz de transformar la orina, las heces, e incluso el dióxido de carbono que exhalan los viajeros de la luna cuando respiran, en plástico y nutrientes.

Para entender la magnitud del descubrimiento es necesario mantener en mente algo importante: los astronautas solo pueden llevar en sus viajes un número limitado de piezas. La razón de ello es sencilla: el espacio de la carga en una nave espacial es de vital importancia, ya que mientras más ligera sea la misma, menos cantidad de combustible es necesario moverse. Por este motivo, los cosmonautas se ven en la obligación de limitar al máximo el peso y esta circunstancia, en ocasiones, puede ponerles en apuros.

El científico Mark A. Blenner, cabeza del estudio de la Universidad Clemson, tiene claro lo anterior y por eso encontró la solución para el problema: reciclar. "Si los astronautas van a hacer viajes que duran varios años, tendremos que encontrar una manera de reutilizar y reciclar todo lo que llevan consigo", explica el investigador. Es por eso que se dispuso trabajar en un sistema que pueda tomar las moléculas de las heces y la orina de la tripulación de la nave espacial, con el objetivo de convertirlas en productos útiles, como poliéster y nutrientes.

El proyecto de Blenner incluye una variedad de cepas de la levadura Yarrowia Lipolytica que la tripulación de las naves espaciales puede despertar cuando lo requiera. Según apunta el informe difundido, estos organismos usan nitrógeno y carbono para crecer por lo que resulta ideales para la cruzada innovadora.Y lo más curioso es que obtener estar sustancias será más sencillo de lo que todos creemos: el primero se puede conseguir de la urea de la orina, y el segundo se extrae del CO2 de la respiración exhalada de los astronautas. Los científicos proponen emplear distintos microbios para explotar todas sus propiedades.

 "Tomemos como ejemplo el omega-3, un ácido graso esencial que nuestro organismo no puede fabricar a partir de otras sustancias. Este puede conservarse durante unos dos años, por lo que en muchos de esos vuelos prolongados será preciso que se fabrique más a bordo de la nave o cuando esta llegue a su destino. La idea es que cuenten con herramientas biológicas que les permitan hacerlo", subraya el científico.

Pero eso no es todo. El equipo además ha estado trabajando en otra cepas de levadura que pueden producir ácidos grasos capaces de contribuir a la salud del corazón, los ojos y el cerebro;y otra de ellas podrá fabricar polímeros de poliester, que después se pueden emplear para hacer piezas de repuesto mediante una impresora 3D, una herramienta que abriría la puerta a obtener plásticos y fibras con distintas propiedades que facilitarían todas las misiones en el espacio. Impresionante ¿no? @mundiario

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