Soldados malienses y mercenarios asesinaron a más de 500 personas y violaron a 58 mujeres, según la ONU

Ejército de Malí. / Captura de pantalla.
Ejército de Malí. / Captura de pantalla.

Los asesinatos ocurrieron en una operación de cinco días en la localidad de Moura. Un nuevo informe de la ONU señala que durante ese período hubo detenciones, violaciones, torturas y que la gran mayoría de las ejecuciones fueron arbitrarias.

Soldados malienses y mercenarios asesinaron a más de 500 personas y violaron a 58 mujeres, según la ONU

Hay indicios significativos de que más de 500 personas fueron asesinadas, la gran mayoría mediante ejecuciones arbitrarias, por “tropas malienses y personal militar extranjero” durante una operación en Moura, en el centro del país africano, entre el 27 y el 31 de marzo de 2022. Estas son las conclusiones del esperado informe del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, publicado este viernes, sobre la peor masacre registrada en el Sahel desde el inicio del conflicto yihadista hace más de una década.

“Estas conclusiones son extremadamente preocupantes”, aseguró Volker Turk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, quien recordó que “las ejecuciones sumarias, las violaciones y la tortura durante los conflictos armados constituyen crímenes de guerra y podrían, según las circunstancias, equivaler a crímenes contra la humanidad”. A su juicio, “es vital que las autoridades malienses tomen todas las medidas necesarias para garantizar que las fuerzas malienses que participen en cualquier operación militar y policial, incluido el personal militar extranjero bajo su mando o control, respeten plenamente las normas del derecho humanitario y del derecho internacional”.

Aunque el informe no identifica a los extranjeros, que según los testigos eran “blancos que hablaban lenguaje desconocido”, sí reconoce la presencia de instructores rusos en Malí. Numerosos indicios apuntan a que fueron dichos instructores o mercenarios de la compañía rusa de seguridad Wagner, que operan en el país, quienes participaron en la matanza.

Una masacre de cinco días

El documento señala que el 27 de marzo un helicóptero militar sobrevoló Moura, un pueblo de unos 7.000 habitantes, abriendo fuego contra la gente, mientras otros cuatro aterrizaban y desembarcaban tropas. Tras esto, los soldados acorralaron a la gente en el centro de la aldea y dispararon al azar contra quienes intentaban escapar.

Entre la multitud habían algunos militantes de Katiba Macina, un grupo afiliado a Al Qaeda, quienes comenzaron a devolver los disparos a las tropas. El incidente causó la muerte de al menos 20 civiles y una docena de presuntos miembros del grupo terrorista.

En los cuatro días siguientes, al menos 500 personas fueron ejecutadas extrajudicialmente. Los soldados malienses bajo las órdenes de “militares blancos encapuchados o con gafas de sol que hablaban una lengua extranjera distinta al inglés”, según los testimonios, ataban las manos y vendaban los ojos de los supuestos yihadistas, a quienes buscaban casa por casa, se los llevaban en grupo de cinco a diez, los ejecutaban de un disparo y los enterraban en las cuatro fosas comunes excavadas por la propia población en distintos puntos de la localidad y a decenas de metros de los lugares de detención.  

El informe detalla que al menos 58 mujeres y niñas fueron violadas o sometidas a otras formas de violencia sexual. Entre las decenas de detenidos, algunos fueron sometidos a tortura y otros malos tratos durante los interrogatorios mientras estaban recluidos en Moura, Sevaré, así como en la Agencia Nacional de Seguridad del Estado, en la capital, Bamako. La misión de investigación de la ONU entrevistó a 15 víctimas, mientras que otras rechazaron aportar su testimonio por miedo a ser estigmatizadas.

Violación de las reglas del derecho internacional humanitario

Ahora bien, a pesar de que se anunció la apertura de una investigación poco tiempo después de la masacre, las autoridades malienses no han proporcionado ninguna información más de un año después y continúan negando que sus fuerzas armadas hayan cometido ningún delito.

Por su parte, la investigación realizada por 16 miembros de la Misión de las Naciones Unidas en Malí (Minusma) duró siete meses, del 1 de abril al 30 de octubre. Realizaron 157 entrevistas individuales y 11 grupales en Bamako, Douantza, Ségou Mpti y Sikasso, pero el equipo, compuesto por 12 expertos en derechos humanos y cuatro policías, no tuvo acceso a Moura debido a la prohibición expresa del Gobierno maliense, bajo el mando de una junta militar, que alegó imperativos en materia de seguridad y operacionales.

La conclusión del informe es que la operación militar en Moura fue llevada a cabo por soldados malienses y personal militar extranjero “en violación de las reglas del derecho internacional humanitario, especialmente las relativas a la conducta durante las hostilidades y al tratamiento de prisioneros o personas fuera de combate, así como a las normas y estándares del derecho internacional en materia de derechos humanos”. Türk subrayó que deben realizarse nuevas investigaciones con el fin de que los responsables rindan cuentas. @mundiario

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